ALBERTO
GIRONELLA (1929-1999)
En la noche del lunes 2 de agosto
falleció en esta ciudad el reconocido pintor mexicano Alberto Gironella, a la
edad de 70 años, como consecuencia de un cáncer generalizado que le fue
detectado un par de meses antes. Sus restos fueron cremados, de acuerdo con
la voluntad del propio artista. Escritor de poesía durante su
juventud, Alberto Gironella, quien nació en la Ciudad de México el 26 de
septiembre de 1929, abandonó sus estudios de letras hispánicas para dedicarse
a la pintura. Presentó su primera exposición en 1952, y a lo largo de su vida
su obra se exhibió en museos y galerías de Alemania, Argentina, Brasil,
Estados Unidos, España, Francia, Japón, Suecia y Suiza, además de diversos
espacios mexicanos, como los museos del Palacio de Bellas Artes, de Arte
Moderno, Nacional de Arte, Carrillo Gil y Rufino Tamayo. El año pasado, en el
marco del XXVI Festival Internacional Cervantino se presentó Potlach de
Alberto Gironella a Octavio Paz, en el Museo del Pueblo, en Guanajuato.
Su última muestra se llevó a cabo este año en la Pinacoteca Diego Rivera, de
Xalapa. Obtuvo el primer premio de la
Unión Mediterránea de Arte en la Primera Bienal Internacional de Pintura
Joven, realizada en París (ciudad en la que vivió entre 1965 y 1979), así
como el primer premio de la VI Bienal de Pintura de Sao Paulo. Además de
pintor, Gironella fue grabador y escultor. Entre los libros que ilustró se
encuentra la novela de Carlos Fuentes, Terra Nostra. Fue creador emérito del Sistema
Nacional de Creadores de Arte desde 1993. TESTAMENTO El pintor Alberto Gironalia,
otorgó Testamento Público Abierto el día primero de agosto de 1999, en la
ciudad de México, D.F. en el domicilio en el que finalmente falleció, ubicado
en Galeana número 108, en San Angel, Delegación Alvaro Obregón, en esta
ciudad. En el testamento, el autor
dispone que se constituya un Fideicomiso cuyos fines son similares a los de
una Fundación. El propósito principal es construir un Museo, Biblioteca y
Archivo en la casa de su propiedad en Valle de Bravo en Nicómedes Mancilla #
100. Ahí se deberá construir un museo permanente, una biblioteca y un archivo
de la obra del pintor y de los libros y otras obras que poseía. El museo y el
fideicomiso servirán para realizar acciones que impulsen el desarrollo de la
cultura, el arte y la literatura. Dispuso que el patrimonio del
fideicomiso se constituya con el inmueble citado y con obra pictórica de gran
valor, como lo representan, entre otras, los siguientes:
EXPOSICIONES
(Selección) Individuales 1952 Galería Prisse, México, D.
F. 1957 Galería Proteo, México, D.
F. 1962 Muerte y transfiguración
de la Reyna Mariana, Galería Bellechasse, París, Francia. 1963 Galería Juan Martín, México,
D. F. 1964 Instituto Torcuato di Telle,
Bueno Aires, Argentina 1968 Camera oscura,
Galería Juan Martín, México, D. F. 1972 El entierro de Zapata y
otros entierros, Sala Nacional, Museo del Palacio de Bellas Artes,
México, D. F. 1973 Homenaje a Manolo
Martínez. Matador de toros, Museo del Palacio de Bellas Artes, México, D.
F. 1975 Festín a Buñuel,
Galería GDA, México, D. F. Escorial ultramarinos, Galería Francoise Tournier,
París, Francia 1977 La vuelta al indiano,
Galería Lolas Velazco, Madrid, España El regreso del hijo pródigo, Museo de Arte Moderno, México,
D. F. 1979 Sardana, Galería Juan
Martín, México, D. F. 1980 Noche fantástica,
Galería Sloane Racotta, México, D. F. 1981 México ayer y hoy,
Petit Palais, París, Francia Avec Alechinsky, Centro Cultural Mexicano,
París, Francia 1984 Exposición antológica.
Esto es gallo, Museo Ruf ino Tamayo, México, D. F. El sueño es un jamón-ultramarinos
y miscelánea,
Galería OMR, México, D. F. 1985 XVIII Bienal de Sao Paulo,
Brasil 1988 Trampantojos, Galería
OMR, México, D. F. 1990 Tren de vida, XVIII
Festival Internacional Cervantino, Guanajuato, Gto. 1992 El Ramón de las Américas,
Pabellón de Sevilla, España Colectivas 1958 Arte mexicano
contemporáneo, Salón Comparaisons, Musée d'Art Moderne de la Ville de
París, Francia 1960 Grabado mexicano
contemporáneo, Museo de Arte Moderno, Kamakura, Japón 1962 Pintura Latinoamericana,
Museo de Arte Moderno, París, Francia 1964 Phases, Museo de Arte
Moderno, Buenos Aires, Argentina. Exposición itinerante por Brasil, Francia,
Bélgica y México Mitologías cotidianas, Museo de Arte Moderno, París,
Francia 1963 Exposición Internacional
del Surrealismo, L'Ecart Absolu, París, Francia 1966 Confrontación 66,
Museo del Palacio de Bellas Artes, México, D. F. 1970 Surrealismo, Museo de
Arte Moderno, Estocolmo, Suecia 1974 Contemporary Mexican Art,
Museo de Arte Moderno de Tokio y Kyoto, Japón 1980 Museo de Arte Moderno,
Belgrado, Yugoslavia 1981 La travesía de la
escritura, Museo de Arte Contemporáneo Carrillo Gil, México, D.F. 1982 IV Retrato Contemporáneo,
Museo de Arte Contemporáneo Carrillo Gil, México, D.F. Avec Alechinsky, Centro Cultural Mexicano,
París, Francia Al alimón con Pierre Alechinsky, Museo de Arte Contemporáneo,
Madrid, España 1984 El desnudo, Galería
OMR, México, D. F. 1986 Los surrealistas en
México, Museo Nacional de Arte, México, D. F. 1987 La mujer en el
surrealismo, Museo Cantonal de Bellas Artes, Lausana, Suiza Imágenes de México, Schrim Künsthalle, Frankfurt,
Alemania. Exposición itinerante por Viena , Austria y Museo de Bellas Artes,
Dallas, Estados Unidos 1990 Pintura Mexicana
1950-1980, IBM Gallery of Science and Art, Nueva York, Estados Unidos 1991 Askte Lateinamer Kanischer
Künst Heute, Galere Ruta Correa, Friburgo, Alemania. André Breton, la beauté
convulsive, Mussée National d' Art Moderne y Centre Georges Pompidou, París, Francia 1998 Potlach de Alberto
Gironella a Octavio Paz, Festival Internacional Cervantino, Museo del
Pueblo, Guanajuato, Gto. 1999 Potlach. Pinturas,
collage, cajas y textos que seleccionó de Octavio Paz, Pinacoteca Diego
Rivera, Xalapa, Ver. Gironella,
voluntad incumplida Familiares del
artista buscan apoyo para crear fideicomiso que administre su obra MERRY MAC MASTERS ENVIADA Valle de Bravo, Mex., 1º de
agosto. Al
fallecer, el pintor Alberto Gironella (1929-1999) dejó estipulada en su
testamento la creación de un fideicomiso para salvaguardar y administrar su
obra y convertir su casa de Valle de Bravo, donde vivió los últimos 27 años
de su existencia, en museo, biblioteca, archivo y lugar de promoción cultural
en la entidad. A dos años de su muerte y en aras
de la gran exposición programada para noviembre de 2003 en el Museo del
Palacio de Bellas Artes, así como la edición de un libro de arte, todavía no
se ha podido cumplir con los últimos deseos del artista. La casa de adobe con
vigas de madera, una construcción antigua de dos niveles, está en franco
deterioro, con cuarteaduras en paredes y pisos, por lo que el costo de su
restauración podría ascender a 5 millones de pesos. A eso se suma el abandono de
cerca de 5 mil libros de literatura y artes plásticas escritos en varios
idiomas, y obras como la serie de 24 cajas que Gironella hizo en homenaje a
Federico Nietzsche por el centenario de la muerte del pensador en 2000 y que
nunca fueron exhibidas. También está la obra que dedicó a la cantante Madonna
y piezas que figuraron en libros y catálogos, pero que ahora son víctimas del
polvo, la humedad y la polilla. Una parte de la serigrafía Zapata,
número 129 de una edición de 150, está carcomida por el comején. El año pasado Sylvia Navarrete,
entonces integrante del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información
del Instituto Nacional de Bellas Artes, inició la organización del archivo de
Gironella que se remonta a los años cincuenta y comprende material
hemerográfico, invitaciones, catálogos, correspondencia y fotografías. En la
actualidad este material se resguarda en El Aire Centro de Arte, espacio
cultural que la pintora Carmen Parra y su hijo, el también artista Emiliano
Gironella Parra, tienen en la ciudad de México. El pasado 28 de julio visitó la
casa Walter Boesterly, responsable del Centro Nacional de Conservación y
Registro del Patrimonio Artístico Mueble del INBA, quien propuso llevar la
biblioteca y obra plástica a este lugar para su protección mientras se
instituye el fideicomiso y la familia decide cómo se utilizará el inmueble,
si sólo como museo de sitio o tendrá otras funciones. Dice que se debería
convocar a la Dirección de Arquitectura y Conservación del Patrimonio
Artístico Inmueble ''para que nos den un reporte''. Disidente puro y artista
romántico Carmen Parra habla de la llegada
de Gironella a Valle de Bravo: ''En 1972 se le encargó para Bellas Artes la
exposición El entierro de Zapata y otros entierros. Conocí a Alberto y
nos vinimos a vivir aquí porque tenía que preparar la exhibición. Buscamos
una casa para poder hacer el mural que le habían encargado, una versión de El
entierro del Conde de Orgaz, de El Greco, que está en Toledo, España. El
muro de la parte de abajo, originalmente una tienda de venta de maíz y que
Gironella usó como estudio, corresponde exactamente a la medida del cuadro.
La familia que nos vendió la casa la había heredado y estaba muy contenta de
dejarla en manos de personas con sensibilidad''. El entierro de Zapata se encuentra en La Laguna,
Coahuila, sin embargo Gironella siempre quiso que regresara a Valle de Bravo.
De acuerdo con Emiliano, su padre dispuso cuáles cuadros deseaba que se
quedaran allí. ''Fue la única casa que tuvo, entonces no quería que se
volviera de fin de semana''. Además, prosigue, existe una ''voluntad
familiar'' de él y sus hermanos Bárbara y Alberto Gironella Treviño para que
ese acervo no se desperdigue. A pesar de que se ha hecho un
trabajo serio, hasta hoy el fideicomiso no se ha concretado porque no hay
dinero. Al respecto, Carmen Parra señala: ''Alberto vivía de milagro. Murió
sin un quinto. Al final (Rafael) Tovar (entonces presidente del Consejo
Nacional para la Cultura y las Artes) le compró el cuadro Recuerdos del
porvenir para pagar los gastos del artista. El sólo tuvo el apoyo de la
beca para creadores y con eso vivía''. Gironella era un ''disidente puro y un
artista romántico'' y el resultado está a la vista, señala Parra. Durante la anterior gestión del
CNCA hubo una aportación por medio del Fondo Nacional para la Cultura y las
Artes. ''Ahorita no hemos recibido ningún apoyo -señala Emiliano-. He tenido
entrevistas con Sara Bermúdez (titular del CNCA) y lo único acordado es la
retrospectiva para 2003. Entiendo que el país vive un cambio radical, pero ya
es hora de actuar ante un artista plástico de la talla de mi padre y organizar
su legado". La pregunta ahora es cómo
salvaguardar la casa de Alberto Gironella y su acervo artístico y documental.
¤ Defensora del
patrimonio del pintor, rememora experiencias que compartieron Rescatar de la
humedad los libros de Gironella, labor de Virginia Morales ¤ De cerca de 5
mil volúmenes, lleva elaboradas 3 mil 400 fichas bibliográficas ¤ Realiza a
diario un viaje de dos horas para abrir la puerta de la casa del artista MERRY MAC MASTERS ENVIADA Valle de Bravo, Mex. Sin duda, Virginia Morales
Balbuena es una de las más fervientes defensoras del patrimonio del pintor
Alberto Gironella (1929-1999), quien cumple hoy dos años de fallecido. Todos
los días, a menos que no haya dinero para el pasaje o alguno de sus dos hijos
se enferme, ella realiza un viaje de dos horas para llegar a la casa que dejó
el artista, orearla y proseguir con la tarea que emprendió hace un año:
catalogar los cerca de 5 mil volúmenes que integran la biblioteca del
artista. Tres mil 400 ya cuentan con su ficha respectiva y asegura que han
salido más papeles personales, por ejemplo cartas que guardaba en los libros.
Limpio de manos, como Gauguin Cuando era niña, Virginia entabló
con Gironella una amistad que ni el tiempo ni la muerte han podido alterar.
Respecto de su compromiso con el artista, expresa: ''Híjole, eso sí es algo
que viene de adentro, no nace del amor al arte. No me gustaría que dentro de
cien años pasara como con Van Gogh, que vengan a ver qué es lo que se comió
la humedad de Gironella. Qué fregados para estar allí subrayando libros,
recortando, guardando, para que se lo coma la humedad. Creo que hay mucha
gente que sí le interesa o le serviría mucho su acervo. ''Hay que regresar el caset'',
señala Virginia cuando se le pregunta cómo conoció al maestro. ''Lo encontré
en el centro; yo tenía 13 años. Vino hacia mí, me saludó y me preguntó mi
nombre. 'Soy el pintor Gironella. Me gustaría hacerte unos dibujos. ¿Dónde
vives?' Le dije dónde, con la tía en el restaurante. Fue a comer y ya vino.
'Todos estos dibujos te los voy a regalar'. Le traía corcholatas del
restaurante porque me dijo que las usaba para sus cuadros. Y ya vine, y vine
y vine. Estoy hablando de hace como 22 o 23 años.'' -¿Te enseñó a pintar? -Lo que pasa es que un día dejó
una paleta con mucha pintura. Siempre hablaba de pintores y, me dije, pues
voy a aprender primero. Entonces copié una calavera de Van Gogh, la del
cigarrillo. Y dijo Gironella: '¿quién hizo esto?'
Yo. '¿Quién te dijo cómo?' Nadie. Y ya pusimos una tela. ''Me enseñó muy a su manera, no
era tan buen maestro. Le decía, ayúdame a hacer los ojos. 'No, tú puedes.' El
pintaba acá, yo allí. Le decía Gauguin porque nunca se ensuciaba las manos.
Yo soy Van Gogh. '¿Cómo vas, Van Gogh?' 'Ahi la llevo, Gauguin.''' Puro arte, nada de chismes -¿Te gustó pintar? -Sí, pero me dijo él, si quieres
pintar primero tienes que leer mucho. Me dejaba tarea. Ten este libro de
Goya. Mañana me vas a decir por qué los colores y por qué pintaba. Me andaba
durmiendo a las 3 de la mañana. Luego otro libro y otro libro. Le hacía caso
porque me gustaba. Así ya podíamos hablar. Me daba un libro de Valle Inclán y
al otro día hablábamos de lo mismo. Si no era de arte y de literatura no
había de qué hablar. Me decía, nada de chismes. Aquí puro arte. Ya casada, Virginia seguía
viniendo: ''Traía a mi hijo chiquito. Me decía, ve al banco y déjame aquí al
niño. No, qué tal si cuando llegue ya le hiciste como el de Goya que se lo va comiendo''. Respecto del
carácter de Gironella asegura: ''No, eso era normal. Así deberíamos de ser
todos''. No faltó quien le preguntara, ¿cómo lo aguantas? ''Ocurre que soy
peor que él. El es quien me tiene miedo. Como hablábamos de lo mismo, no hay
por qué pelear''. Virginia recuerda el día que el
artista partió para el hospital con el presentimiento de no volver a ver
jamás su casa: ''Se tardó como media hora antes
de salir. Veía sus libros y miraba por allá. 'Siento que no voy a regresar. ''No me gustaría que se movieran
mis cosas. Aquí viví... quiero que así queden las cosas'. Quería que se
quedaran así los montones de libros, pero se los come la humedad.'' -¿Estás dispuesta a seguir
viniendo? -Al venir aquí ya no lo extraño
tanto. Siento que va a llegar. Primero iba a ver a Gironella y si me quedaba
tiempo, a mi marido. Aunque no me pagaran, comería papas como Van Gogh, pero
vendría aquí a abrir la puerta de la casa de Gironella. En un rincón de la casa
permanecen las botas que el maestro se puso para viajar a la selva chiapaneca
cuando se entrevistó con el sup Marcos. Esas botas, Alberto Gironella
jamás las quiso volver a calzar. |