El fresco Luz y tinieblas en nuestro andar, realizado por Antonio Ramírez en el vestíbulo del Congreso, recibió cuatro rayones y reacciones en contra, por lo que se analizará su eliminación, lo que el artista considera “un atentado contra la libertad de expresión”.

El artista Antonio Ramírez expresa que el mural del recinto plasma “las luchas contra el poder en sus diversas manifestaciones”. Foto: Rafael del Río

Quieren borrar el mural de Ramírez

29-Junio-07 PUBLICO

Después de seis meses de trabajo, el pintor Antonio Ramírez terminó el mural Luz y tinieblas en nuestro andar en el vestíbulo del Congreso del Estado. La obra de 180 metros cuadrados concluyó hace apenas cinco días, pero ya recibió cuatro rayones “completamente intencionales” y críticas de los legisladores, que incluso analizarán si borran la pieza. Ramírez contesta que, de ser así, los diputados “atentarían contra la libertad de expresión”.

El presidente de la Comisión de Cultura, José Luis Iñiguez, expresa que las críticas hacia el mural se han generalizado entre diputados y personajes de la comunidad cultural. No detalla quiénes se han opuesto a la pieza, pero sí que “en los pasillos he sido abordado por críticos de arte y diputados que me han mostrado su inconformidad, porque el mural está mal hecho, porque los jaliscienses no se sienten identificados. Incluso me han dicho que es una ofensa para Clemente Orozco que se tenga un mural tan feo en un edificio tan importante”. El mural, pintado en tres paredes del vestíbulo del Congreso, fue aprobado por la legislatura pasada. Además del visto bueno de los diputados, los bocetos de Ramírez fueron analizados por el director de Artes Visuales de la Secretaría de Cultura de Jalisco, Francisco Barreda, y por el pintor Luis Valsoto. La obra llevó seis meses de trabajo y un presupuesto de 2.5 millones de pesos. Sin embargo, Íñiguez expresa que la pieza “no justifica el gasto” y que la anterior legislatura tuvo “pocos elementos para aprobar este mural”, por lo que el martes propondrá a la Comisión de Cultura que se realice un foro con especialistas en artes plásticas para decidir si la pieza se borra o no.

Antonio Ramírez considera que es una falta de respeto y un “atentado de lo más ridículo” que se piense en la eliminación de su obra. Expresa que desde que terminó el mural se han generado “situaciones anómalas” como los cuatro rayones que recibió el fresco, que “fueron completamente intencionales. Me parece que el ambiente es hipócrita. a mi los diputados no me han dicho que el mural les parezca mal, el propio Íñiguez vio la pieza a detalle y no dijo nada”. El creador, originario de la ciudad de México y radicado en Guadalajara, expresa que la decisión de borrar el mural “es un atentado a la libertad de expresión y contra la comunidad artística. Yo no pinté la obra para los legisladores: si esperaban elogios para el Congreso están equivocados”.

Ramírez apunta que el Congreso todavía le debe 500 mil pesos y es tajante sobre el costo de la pieza: “Si hubiera cobrado como lo hago con un óleo, hubiera tenido que cobrar tres veces más. Con ese dinero pague químicos, asesoría técnica, sueldos a los ocho especialistas que me ayudaron”. El mural, realizado en la técnica fresco en opaco, tiene una vida útil de 700 años y plasma “las luchas contra el poder desde una visión de los de abajo, porque me interesa expresar la realidad del individuo que está acorralado en este mundo capitalista, no sólo en Guadalajara, sino en el país y en el mundo”.




 

Guadalajara•Rebeca Pérez Vega