Los Cristos de Armando Anguiano

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

MARIA DE JESÚS GONZÁLEZ AGUIRRE.

 

El Occidental, abril 18,2003

Apasionado de la religión, con una colección de cinco mil Cristos pintados por él, a lo largo de 50 años, el maestro Armando Anguiano, ha dedicado la mayor parte de su vida a plasmar su sentir mediante el incansable pincel.

El artista ha recibido homenajes, reconocimientos tanto en su natal Guadalajara, como a nivel nacional e internacional, incluso algunas de sus obras se encuentran en manos de Su Santidad, Juan Pablo II, siendo ésta una de sus mayores satisfacciones personales.

En su poder cuenta con tres mil rostros de Jesús, dos mil más se encuentran en poder de coleccionistas y en galerías importantes tanto de México, como en varios países del mundo, especialmente en Europa.

"A lo largo de medio siglo, tengo un récord de cinco mil rostros de Cristos en todas las técnicas. Yo siempre he tenido como prioridad al Creador, para mi es una gran satisfacción poder representar en todas sus etapas, la vida de Nuestro Señor", dijo de entrada al ser entrevistado el espectacular pintor.

¿Qué significa para usted la Semana Santa?

"Me agrada bastante por muchas cosas, principalmente porque recordamos la Pasión de Cristo, pero en lo personal ya se ha hecho tradición que la mayoría de medios de comunicación me entrevisten y publiquen mis obras, pero como un homenaje a Jesús, no a mi", relató el artista, a quien se le nota el entusiasmo por las artes pláticas en su cara.

¿Por qué su obsesión por pintar el rostro de Jesús de Nazareth?

"En principio de cuentas, yo soy profundamente religioso, trato de sentir lo que hago y proyectarlo mediante las imágenes para mí es muy importante".

¿Qué siente cuando plasma el Divino Rostro?

"Siento una gran diversidad de emociones, sobre todo un respeto muy profundo a la imagen de Nuestro Señor, que lo represento en múltiples facetas de su vida".

¿En qué se inspira al momento de realizar los fantásticos dibujos?

"Pues yo he dado pláticas en las que he dicho que no hay una verdadera imagen de Cristo, sólo las que describieron Isaías, el profeta mesiánico, y los evangelistas, pero más que imaginarse uno a Dios, su presencia se siente y ello es lo que me motiva a realizar los múltiples cuadros. Aunque yo le llamo el ÔCristo invisible´, porque de acuerdo a nuestro desarrollo espiritual, así concebimos al Señor y es el que cada uno llevamos en nuestro corazón".

¿Que hace en los Días Santos?

"En esta ocasión voy a salir, pero siempre trato de tener un cierto recogimiento, que para mi es lo ideal, algunos realizan la visita a los siete templos y otros más se van a balnearios, pero realmente en ese aspecto somos medio profanos, el pueblo mexicano en lugar de guardar un recogimiento por la Semana Mayor se van a las playas y no siempre lo hacen de una forma recatada, no generalizo, porque hay mucha gente que sí sabe cómo debe comportarse un católico en estos días".

Continuó diciendo, "la Semana Mayor es algo muy sagrado, de cuidar, sobre todo debemos unirnos y recordar la pasión de Cristo".

¿Tiene algunas figuras consentidas de las que nunca quisiera desprenderse?

"Yo siento que cada década de mi vida he hecho pinturas de Cristo y voy escogiendo uno de cada década, pero tengo uno que realicé precisamente hace 50 años que es uno de mis preferidos, ese todavía lo conservo y así tengo varias imágenes, porque uno debe ser un auto crítico muy severo, ya que nunca se debe estar contento, para realizar cada día mejor los trabajos".

El padre González Escoto, un teólogo catedrático, efectuó un estudio de los Cristos del maestro Anguiano y al verlos, descubrió que es pasionario, aunque ha tocado algunos otros aspectos de la vida de Dios.

La mayoría de los rostros están pintados en óleo, acuarela, crayón, asfalto, monotipo, agua fuerte y en otras que he inventado.

¿Hace algún rezo u oración, antes de elaborar sus obras?

"Pues no, pero si trato de tener una privacidad, para poderme concentrar en lo que voy a hacer".

¿Puede mencionar alguna de sus satisfacciones más importantes en su vida como pintor?

"En el Jubileo del año 2000, monseñor Felipe Aguirre Franco de Chiapas, tiene Cristos míos, pero supo mi frustración de que la última vez que había venido el Papa, no pude entregarle personalmente unos Cristos especiales que le realicé, entonces monseñor se ofreció a llevarlos al Vaticano y como le tiene un gran aprecio Su Santidad, yo guardo celosamente las fotos, en las que Juan Pablo II está recibiendo mis obras y eso para mi es importantísimo, porque me correspondió el máximo jerarca de la Iglesia católica con una bendición especial y un rosario, objetos que para mi son lo máximo", señaló visiblemente emocionado el maestro.

Armando Anguiano Valadez nació en esta ciudad, justamente en el barrio de San Juan de Dios, en 1920, en la calle de San Andrés que actualmente lleva el nombre de Álvaro Obregón.

No tiene una cifra determinada que quiera alcanzar el maestro Anguiano en pinturas del rostro de Jesús, "seguiré plasmándolo mientras pueda y hasta mi último momento", puntualizó el gran pintor tapatío que a sus 83 años de edad se ha convertido en un ejemplo para muchos aspirantes a ser reconocidos en las artes pláticas.