Divinidades de bolsillo… conjuros imperfectos es la exposición colectiva que reúne, en la galería Ruiz Rojo, el trabajo de cuatro jóvenes artistas de la ciudad: Diana Martín, Rocío Coffeen, Patricia García y José Jorge Sánchez.

De izquierda a derecha: Patricia García, Diana Martín y Rocío Coffeen. Fotos: Rafael del Río

Los amuletos protegen a la Ruiz Rojo

 

PÚBLICO 6-Mayo-08

Se cuentan entre los objetos más antiguos del mundo. Existen para encontrar el amor y la riqueza, para combatir la mala suerte y para que los demonios no se roben las almas de los muertos. También para despertar el deseo. Amuletos y fetiches, armas de la superstición. Bajo este tema, los artistas Diana Martín, Rocío Coffeen, Patricia García y José Jorge Sánchez se reúnen en la galería Ruiz Rojo para presentar sus versiones plásticas de amuletos y conjuros, de supersticiones y fetiches en una colectiva que incluye piezas de arte objeto, cerámica, óleo y técnicas mixtas.

Divinidades de bolsillo… conjuros imperfectos es el título de esta reunión. La iniciativa fue de Rosa de Ruiz Rojo, quien convocó a Coffeen para que extendiera la invitación a los otros tres artistas y trabajar el proyecto en conjunto. Para esta exposición, Martín nos cuenta una historia como lo ha realizado en series como la de Saskia Lumosi y sus tías de ojos naranja o Mirna de Ciglia y su secreto vestido interminable, en las que cada lienzo era un fragmento de un cuento. “No hay historia. Cada cuadro se sostiene solo. Me basé en el tema de los amuletos para el amor y el dinero, pero cuando no funcionan”, detalla la artista, quien presenta diez piezas de pequeño y mediano formato realizadas con grafito y acuarela sobre tela.

Coffeen, por su parte, se inspiró en los fetiches y plasmó mujeres que se mimetizan con insectos, con aires de protagonistas de una cinta de ciencia ficción. “Son una especie de brujas fetichistas. Busqué combinar técnicas como tinta china, carbón y aluminio”, explica la autora. Sobre su estilo, detalla que recibió gran influencia de su hermano Carlos, quien “plasmaba mundos caóticos y tormentosos”.

La religión y sus reliquias, sus bultos de santos encerrados en capelos y sus ex votos fueron la inspiración para Patricia García, quien realizó una serie de óleos de pequeño formato con incrustaciones de hoja de oro, y cinco piezas de arte objeto que representan protecciones divinas. Finalmente, José Jorge Sánchez realizó piezas de cerámica inspiradas en mitologías. La inauguración es esta noche, a las 20:30 horas, en López Cotilla 1084.


Diana Martín

• La suerte es una leprosa. Bajo holgados vendajes que ocultan su piel roída, prepara los amuletos solicitados, como patas de conejo para niñas tímidas. Esa es una de las piezas de Martín, quien investigó rituales de varios países y se empapó de mitología para realizar estas piezas. Pero eso de la superstición no es lo de ella. “En general no creo en los amuletos", comenta la pintora


Rocío Coffeen

“No creo en amuletos ni en conjuros mágicos”, sentencia, firme, Coffeen. Sin embargo, los seres que plasma guardan algo de mágico y misterioso. Mujeres que se funden con caparazones, que se deleitan con placeres musicales y que guían hordas de elefantes difusos. “Me gusta jugar con las distorsiones de los personajes y en esta exposición también lo hice con la técnica”, señala la autora


Patricia García

Una figura de felpa espera que el matrimonio, como la mortaja, baje del cielo. Y las puertas de una iglesia son resguardadas en el torso de una mujer. Todas figuras cautivas en delicados capelos. Además de los óleos inspirados en santos, realizó una colección de arte objeto. “Cuando utilizas los amuletos es cuando pierdes el control y necesitas aferrarte a algo para sentir que todo saldrá bien”


José Jorge Sánchez

La alquimia del fuego y la tierra da como resultado las vasijas y piezas de cerámica con las que participa Jorge Sánchez en esta exposición. La cerámica, apunta el autor, es el material de su predilección, técnica que permite que los pigmentos dorados se fundan con terrones azules, verdes, morados, hasta quedar atrapados por el fuego bajo el brillo del esmalte

 

Guadalajara•Karla Bañuelos Säenz