EXPOSICIÓN: UN AVE CANTA EN EL CUARTO PISO

 

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 PERIODICO PÚBLICO

 

 

 

Inauguración en la galería Chucho Reyes
Lavinia, Klodia y Diana Martín lavan historias

La artista reúne grabados, pinturas al acrílico y dibujos de grafito sobre papel.

 

 

 

16-Junio-06  

 

Lavinia y Klodia no se conocían. Habitaban en mundos distintos y vivían sus historias por separado. Sin embargo, rebeldes como toda creación, decidieron unirse en un relato cuyo tema central es el “lavadero”, esa actividad que algunos suelen calificar como puro chismorreo. Lavinia y Klodia fueron creadas por Diana Martín y, a partir de esta noche, harán del conocimiento público sus sesiones de lavado con la inauguración de Un ave canta en el cuarto piso, exposición que reúne la obra gráfica de esta artista en la galería Chucho Reyes de la Casa de la Palabra y las Imágenes.

Diana Martín confiesa que cuando las mujeres se reúnen tienen un objetivo bastante claro: lavar sus problemas. Que algunos consideren que es puro chismorreo, apunta la artista, es sólo una deformación del concepto. “Cuando las mujeres se reúnen lavan todas sus ondas; luego cada quien se va a su casa y, aunque los problemas siguen, una está más ligera porque las amigas ya te lavaron. Para mí ese es el verdadero concepto del lavadero”.

El modus operandi de Diana Martín para sus exposiciones individuales consiste en realizar primero la obra gráfica y posteriormente escribir la historia que servirá como hilo conductor. El resultado final “es como si fuera un libro ilustrado con los originales”. A pesar de que Lavinia y Klodia tenían sus historias por separado, Diana Martín señala que de buenas a primeras terminaron necesitándose una a la otra. “La historia iba por otro lado y sólo iba a ser de una de las chavas; pero me di cuenta de que una de ellas bien podría solicitar los servicios de la otra y así fue como terminaron juntas en un nuevo relato”.

Un ave canta en el cuarto piso se integra con trece cuadros en formatos pequeños y medianos. Las técnicas van del grabado en aguafuerte al grafito sobre papel y también hay piezas trabajadas con tinta y acrílico. El objetivo, explica Martín, es dar variedad y frescura a la serie. “Unas técnicas te dan la calidad expresiva que no te dan otras y viceversa. Puedes decir cosas diferentes con cada una de las técnicas”. En sus exposiciones, la historia y la obra plástica son un todo. Y aunque bien se pueden disfrutar por separado, siempre es mejor ver el conjunto para una mejor comprensión, concluye.

La exposición Un ave canta en el cuarto piso, obra gráfica de Diana Martín, se inaugura esta noche a las 20:00 horas en la galería Chucho Reyes de la Casa de la Palabra y las Imágenes, ubicada en Lerdo de Tejada 2172, donde estará expuesta hasta el 18 de julio.

Del set a las paredes
Diana Martín quería estudiar a-nimación. Sin embargo, al no obtener un lugar en la escuela de cine de la UdeG, decidió enrolarse en la carrera de artes plásticas de la misma casa de estudios

También ha tomado cursos en los talleres de Luis Eduardo González, Herculano Álvarez y Maricarmen Gutiérrez, entre otros. “Más que nada he estudiado por fuera, como muchos”, apunta

Las historias de sus personajes han sido expuestas en Casa de Ensueños, La Selva Café, el Centro de Arte Audiovisual y el Centro Cultural El Refugio, en Tlaquepaque, entre otros sitios

 

 

El Informador

Galería Chucho Reyes

Encuentro con las mujeres de Diana Martín

EL INFORMADOR domingo 18 junio 2006

Hay que tener tiempo y ganas de divagar para contemplar la exposición Un ave canta en el cuarto piso, que se exhibirá hasta el 28 de julio en la Galería Chucho Reyes, de la Universidad de Guadalajara.
En ella, Diana Martín recrea una historia que se antoja leer con detenimiento, tanto en imágenes como en letras, y a partir de ahí comenzar a crear en la mente otras figuras que podrían asociarse con lo que se encuentra en las paredes.
Mujeres alargadas, nostálgicas figuras envueltas en grises, blancos y negros, permanecen atrapadas en los cuadros, pero con una voz apenas perceptible que dice a cada espectador lo que tienen dentro.
Cada quien hace su historia y si no hay deseos de hacerlo, ahí están las letras para entender; aunque en el caso de la apertura de la muestra, también estaba Diana para aclarar las dudas en torno a esas tres mujeres que creó.
“Para Lavinia, una de las chavas, esta historia es la precuela de una que puse en febrero en la que no salía ella, y para Klodia ésta es la secuela de una historia en la que salió en 2003.
“Son dos mujeres que se encuentran en distintas etapas. La historia trata sobre la amistad entre mujeres y lo que significa las reuniones entre mujeres y el momento en que comparten lo que traen”, comenta.
Además de las dos mujeres que menciona la creadora, hay una más que sólo Klodia (y los espectadores) puede ver y vive pegada a Lavinia, una chica que “vacía corazones”.
Al término de la exploración de los cuadros y los textos se quedan las ganas de saber más de la historia de Lavinia y Klodia, y para ello Diana está en pláticas para publicarla.
En la invitación de la exposición Lila Dipp, artista plástica, escribe: “Martín se proyecta en la actualidad como precursora del surrealismo contemporáneo. Aportando su propia iconografía, va caminando hacia el descubrimiento de un mundo particular. Diana Martín sin duda profundiza en su experiencia para presentarnos esta colección de dibujos en una paleta restringida que la distingue del resto de los contemporáneos surrealistas”.