HUMBERTO HERNÁNDEZ

Por: Belkys Pérez Cruz

Compartir unos minutos con Humberto Hernández (el negro),se convierten en horas dedicadas a uno de los atributos más reconocidos de la occidental provincia de Pinar del Río: su paisaje.

Para un pintor nacido en estas tierras y cercano al mar de Puerto Esperanza (Viñales), encontrarse rodeado de un paisaje que impresiona por su belleza, es una verdadera tentación. Por eso El Negro no evade su responsabilidad y asume el riesgo.

Nacido en 1958, este hijo de pescadores reconoce que es el primer negro de su familia que tiene inclinaciones por la pintura. Estudió en la Escuela provincial de arte de Pinar del Río, posteriormente en la Escuela nacional y finalmente en el Instituto Superior pedagógico, graduándose como Licenciado en artes plásticas, en el año 1991.

En sus paisajes está presente el interés por rescatar el oficio en el que durante años, un grupo de reconocidos pintores vueltabajeros brilló. Elige para sus obras el trabajo con óleo sobre lienzo, reemplazándolo en ciertos momentos de la creación, por el acrílico.

Humberto el negro, es al decir de algunos especialistas, el único paisajista pinareño que evoluciona hacia una estética que se aparta de la figuración estricta, aunque no deja de apoyarse en ella para colocar algunos detalles que tienen particular protagonismo en sus obras.

Su estilo es inconfundible, trabaja el paisaje de forma sui generis. Crea un mundo donde cohabitan recuerdos de su infancia en Puerto Esperanza y fantasías que nacen de la subjetividad del artista.

Confiesa que la ciudad no lo impresiona para pintar y pintarla, prefiere el campo donde predomina el verde y el mar, con su especial sonido. En su obra representa vientos tormentosos, bohíos, detalles exclusivos del paisaje de esta región del país.

Humberto el negro tiene sus obras en importantes colecciones privadas de varios países. Expone con regularidad en galerías de Estados Unidos y es un destacado promotor de la cultura cubana.

Cuenta que aunque viaja con frecuencia al exterior, la palabra regreso lo acompaña desde que sale de Cuba. Extraña los mogotes de Viñales, el aroma del tabaco y el salitre.

A menudo suele encontrársele en las calles de la ciudad de Pinar del Río, jugándole una broma a algún conocido, dándole un aventón en su auto a los amigos o compartiendo con los partidarios del equipo de béisbol de la provincia del que se considera fiel seguidor.

Actualmente Humberto Hernández (el negro), dedica su tiempo a concluir una colección, que le dará un nuevo cambio a su prometedora carrera en las artes plásticas contemporáneas.