SE RECORDÓ LA VIDA Y OBRA DE JORGE GONZÁLEZ CAMARENA

Sandra García

 

"No olvido a Camarena como maestro y como hombre inteligente que supo ver con claridad la situación del cambio de la Escuela Mexicana de Pintura y de un país nacionalista hacia la ahora llamada Ruptura que pone su mirada en Estados Unidos, Europa y las grandes metrópolis del mundo".

Rina Lazo se expresó así de Jorge González Camarena, el miércoles pasado durante su intervención en la tercera y última mesa redonda del ciclo Los valores estéticos y sociales del muralismo, organizado por el Instituto Nacional de Bellas Artes a través del Salón de la Plástica Mexicana (SPM).

En la planta baja del recinto de Colima 196, se realizó primero la proyección de un documental, después de fotografías y finalmente un debate, todo en torno a la vida y obra del destacado muralista jalisciense. En este último participaron los artistas Rina Lazo, Raúl Anguiano y Rolando Jordán, así como Marcel, hijo de Jorge González Camarena. Entre el público estuvieron artistas y miembros del SPM, tales como Arturo Estrada, Armando Ortega, Arturo García Bustos y Chappie Angulo.

El documental ilustró, entre otras cosas, el periodo creativo de 1934 a 1940 del muralista, en el que descubrió su propia técnica: el cuadratismo. Se mostraron numerosas obras suyas, tanto de caballete como murales, lo mismo que un reportaje de la inauguración de su magno mural en la fachada sur del entonces Televicentro.

Aparecieron también imágenes que iban desde El corrido, La nueva orden, Montañas blancas, Mala mujer, La ofrenda y El niño del caballito, hasta sus murales La conquista (Castillo de Chapultepec), La liberación de la humanidad (Palacio de Bellas Artes), El triunfo de la cultura (Instituto Tecnológico de Monterrey) y Las razas (Museo Nacional de Antropología).

Lazo, quien fuera también "mano derecha" de Diego Rivera, explicó que ella inició su amistad con González Camarena en el Frente Nacional de Artes Plásticas, a través de su maestro Jesús Guerrero Galván, "quien nos invitaba siempre a las reuniones de él con Camarena, una persona muy abierta, Raúl Anguiano, Roberto Verdesio y Juan O’Gorman. Creo que era un grupo bastante unido".

Por su parte, el pintor y muralista Raúl Anguiano destacó la sencillez de quien se convertiría en su amigo inseparable a partir de un concurso "que se hacía el 20 de noviembre en las pérgolas de la Alameda. Yo gané el primer lugar en los cuarentas".

En esa época Anguiano no lo conocía en persona, "pero el mismo Camarena me llevó el diploma y el cheque del premio de ese concurso a mi humilde estudio, ubicado entonces en República de Chile 30. Allí empezó nuestra amistad hasta que murió. Peleamos juntos, tanto en el Frente Nacional de Artes Plásticas como en un grupo que hicimos Camarena, O’Gorman, Verdesio y yo".

Marcel González Camarena compartió con el público la experiencia de las alegres reuniones artísticas, al lado de su padre, en El Rancho del Artista. Francisco Cornejo instauró este singular sitio en 1938, cuando vino a radicar a México proveniente de Los Ángeles, California, donde tenía un estudio dedicado a trabajos de publicidad.

"Al morir su madre los tres hijos heredaron varias propiedades. Francisco heredó la de Avenida Coyoacán, que era como un pueblito que él había hecho allí, tenía su iglesita donde se celebraban fiestas tradicionales como la bendición de los animales. Había una gran entrada y se hacía cada año un nacimiento con seres humanos y animales y San José era un gran modelo al que llamábamos Don Cuco", dijo.

Rolando Arjona, por su parte, colaboró con la explicación de una serie de fotografías que dieron luz sobre el ambiente que reinaba en la época en que tuvo amistad con González Camarena, a quien conoció en 1940, precisamente en una de las reuniones de El Rancho del Artista y con quien colaboró en algunos de sus murales.

Junio 2001