Reinventan la tradición 

 

Por Gabriel Orihuela

 

Mural

 

(08 Mayo 2002).-

La PYME de la semana - Luna Tika La Micro, Pequeña y Mediana Empresa de Jalisco Los productos de esta pequeña empresa tienen una particularidad: además de ser ornamentales tienen una función

Luna Tika es un lugar extrañamente familiar.

Sus artesanías tienen materias primas tradicionales: vidrios y metales. Pero la forma que toman en la mente de Karla Aparicio y en las manos de Manuel de la Torre, propietarios de la empresa, son diferentes.

Los productos de esta pequeña empresa tienen una particularidad: además de ser ornamentales tienen una función. Así, estas artesanías lo mismo sirven de sostén a retratos y tarjetas de presentación, que dibujan figuras en la arena.

En la línea de Luna Tika una alcancía sirve para lograr sueños y el juego del gato adquiere otra dimensión.

La empresa nació en 1995. En plena crisis, Karla comenzó, casi sin querer, a vender las piezas que como hobby creaba para decorar su hogar.

"Haces tus decoraciones en tu casa, tus pinturas, tus cositas y llegaban amigos y vecinos y empezaban a comprar lo que eran nuestros adornos de la casa", recuerda Karla.

Un año después, la moda por la artesanía mexicana inundó los mercados y Luna Tika comenzó a tomar forma.

"Empezaron a llegar recomendados, de recomendados, de recomendados y la casa ya era como un tianguis", señala.

"Fue muy padre porque empezó sin nada, nunca le metimos dinero, sino que lo que iba entrando era lo que iba creciendo.

De 1996 a 1999, las cosas no pudieron pintar mejor. De hecho, Manuel tuvo que dejar su carpintería, para dedicarse de tiempo completo a la empresa.

Junto con la moda, la devaluación del peso fue un factor decisivo para el crecimiento de la empresa de este matrimonio.

"Vendíamos un granito en cada parte del mundo, porque tú no vendías, ellos venían y compraban. Te ponías los moños, pedías anticipos. Entramos en el momento preciso", comenta Karla.

"Ibamos a expos y nos compraban de Sudáfrica, China, Arabia Saudita; países que yo decía 'qué padre que nuestras piezas estén hasta allá'. En México era en donde menos vendíamos, no porque no quisiéramos, sino que estamos acostumbrados a ver tanta creatividad".

En ese entonces, señala Manuel, entre 35 ó 40 personas producían hasta 3 mil piezas por semana.

"La demanda era mucho más fuerte; es más, nuca llegamos a poder producir lo que podíamos haber vendido porque no estábamos preparados", dice.

De chinos y estadounidenses

Pero los tiempos buenos se alejaron.

En 2000, el fortalecimiento del peso alejó compradores. Muchos querían comprar barato y, para eso, están los chinos.

"Ves algo que se vende y ellos (los productores chinos) ya lo tienen a menor costo y a volúmenes impresionantes, pero le quitas el arte, la esencia de la mano", indica Manuel.

"(Con su precio) no alcanza a cubrir ni el costo. Es competencia desleal".

Adicionalmente a la competencia oriental, la desaceleración económica estadounidense, empeorada por los ataques del 11 de septiembre, cimbró a Luna Tika.

Ahora, 12 personas forman la empresa. La producción depende de los pedidos que reciban.

"Nos afectó la caída del mercado americano: con estos problemas que tuvieron por su guerra y todo esto, la economía bajó. El americano, que era el 80 por ciento de la venta, dejó de venir", explicó Manuel.

"Ahora, ya no manejan los anticipos como antes te los podían dar. Tú tienes que subsidiar la materia prima para poder sacar el producto".

La situación no es sencilla, pero los siete años de experiencia de la empresa no se pueden echar por la borda tan fácilmente. Entre los logros de la empresa se cuentan la aparición de sus diseños en telenovelas y noticieros, la creación de premios y reconocimientos, y la decoración de casas y oficinas de personalidades. Karla y Manuel esperan que los tiempos buenos vuelvan.

"Tuvimos que cambiar de estrategia: hacernos chiquitos, con menos gasto y cambiar de producto", explica Karla.

"Ahora sacamos piezas bonitas, de calidad y, lo que nos ha mantenido a nosotros, es ir a la vanguardia en el diseño".

Actualmente, Luna Tika, que cuenta en sus líneas con alrededor de 400 productos diferentes, está en pláticas con los promotores del Museo del Trompo para diseñarles varias piezas.

"Es un proyecto interesantísimo. Es donde nos gusta estar: nos gustan mucho los museos", dice Karla.

Aún mejor, señala Manuel, hay ya algunas señales de que el mercado se recupera, y que, Luna Tika volverá a ascender.

"Sí se ve crecimiento; de hecho, Cancún estaba entre los clientes fuertes por el mercado internacional. El año pasado bajó totalmente y ahorita va para arriba", dice.

Al Frente

¿Cuál es la clave del éxito de esta empresa?

Manuel: Creatividad

Karla: Estar en donde quieres estar

 

 ¿Qué obstáculos han enfrentado?

Karla: La crisis de México

Manuel: La economía

 

 ¿Qué estrategias utilizan para sortearlo?

Manuel: Crear piezas con menos costo, para poder subsidiarlas uno mismo y ventas más rápidas.

Karla: Nosotros dar crédito, Innovación y abaratar

 

 ¿Qué errores se deben evitar?

Karla: Nunca perder el piso, siempre tener los pies bien puestos

Manuel: Los números no mienten: estar bien concentrado en cuál es realmente tu posición, para no querer crecer más de lo que puedes

 

¿Qué le recomiendan a los jóvenes emprendedores?

Manuel: Adelante. Cuando se quiere se puede

Karla: Que agarren fuerza, que le hagan caso a su interior, que estén en donde les guste estar.

 

¿Cómo se encuentra actualmente su sector?

Manuel: Con el boom, hubo mucho seguidor, pero seguidor, como decimos nosotros, falto de corazón, que iban tras el dinero. Estamos en buen momento para resurgir.

 

¿Existe algo que les preocupe?

Manuel: El tipo de cambio y la competencia de Oriente

Karla: La mayor preocupación es el Oriente