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Miguel
Ángel López trepa el color al Tren Ligero
15-noviembre-05
Luego
de una ausencia de cinco años en galerías y museos de Jalisco, el artista
tapatío vuelve a los escenarios locales con El viaje de los trovadores
contemporáneos y otros cuadros paseados.
PÚBLICO…CULTURA Martes 15-noviembre.
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Un usuario del Tren Ligero observa dos de
los cuadros de Miguel Ángel López, en los que el óleo se vuelve un
elemento casi tridimensional. Foto: Abraham Pérez
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En los cuadros de
Miguel Ángel López Medina destaca el color. Y destaca, precisamente, porque
no se queda a ras del lienzo, sino que sobresale en plastas que dan forma a
figuras y ambientes reunidos en la obra. No son pocos los que, atraídos por
los mares de tonalidades, se detienen en la Galería de Arte del Tren Ligero
para observar algunas de las pinturas que integran El viaje de los
trovadores contemporáneos y otros cuadros paseados, del artista tapatío
que, luego de una larga estancia en Londres, Inglaterra, está de vuelta en
la ciudad.
Nacido en Guadalajara, en
1951, Miguel Ángel López Medina se formó en la escuela de artes plásticas
de la UdeG y, sobre todo, reconoce la influencia
de Mauro Flores y Tomás Coffeen. Su trabajo se ha
exhibido, desde 1972, en museos y galerías de México, Austria, Francia,
Holanda e Inglaterra. De acuerdo con Javier Ramírez, quien se encargó de la
curaduría de la exposición en la Estación Juárez del Tren Ligero, el
creador tapatío “es uno de los artistas fundamentales de la pintura
contemporánea en Jalisco”.
En El viaje de los
trovadores contemporáneos y otros cuadros paseados, indica Miguel Ángel
López Medina, “todo está ligado al transporte lúdico y mágico que yo
manejo”. En la exposición, que se integra con 20 obras, hay catorce cuadros
al óleo, uno de ellos en gran formato, dos grabados de 1999 y cuatro
acuarelas. El artista tapatío relata que estuvo viajando por más de tres
años, “congelándome en Europa. Aterricé en diciembre del año pasado en
Guadalajara”.
Sobre sus viajes, en los
que trabajó algunas de las piezas que se exhiben en la Galería de Arte del
Tren Ligero, el artista indica que se dedicó a ver museos y paisajes: “Lo
único que no me gustó fue el frío”. En la exposición que inaugura luego de
cinco años de estar alejado de los muros tapatíos, Miguel Ángel López
Medina explica que más de la mitad de los cuadros son recientes. “Antes me
decían que pintaba art brut.
Lo que hago es como mágico y primitivo. Soy jalisquillo tapatapa.
Yo no voy a ser abstracto: ni Jason Pollock ni Tàpies”.
En “El perro”, un can rojo
se pasea junto a un árbol. El animal es casi una escultura de óleo que se
adhiere al lienzo. Más adelante, “Te llevo en mi bicla en días de Luna llena” muestra a un hombre que, a bordo de su bicicleta,
transporta a una mujer desnuda apenas insinuada por trazos gruesos,
blancos, casi infantiles.
“Mi trabajo es divertirme y
etcétera. Los temas que un pintor maneja siempre son recurrentes a su
desarrollo personal, a su lectura de objetos y sujetos. El asunto es tener
la libertad de que se vea la frescura, el color, la luz”, indica López
Medina, quien agrega que la exposición en la Estación Juárez del Tren
Ligero lo ha puesto un tanto nervioso: “Hace años que no expongo aquí. No
hay problema, me tendré que acostumbrar”. Sobre el panorama de la pintura
jalisciense, dice que le “da mucho gusto que va aumentando la cantera. Hay
muchos jóvenes muy interesantes”.
Junto al cuadro “El espejo
de tu auto me recordaba a ti entre las flores”, cuyo colorido corresponde
con la elocuencia del título, un texto de Javier Ramírez explica que
“Miguel Ángel López Medina pertenece a una generación de pintores que ha
desarrollado una obra basada en la figuración, con el propósito implícito
de poner en tela de juicio la realidad social, no a través de la denuncia
panfletaria, sino por medio de la metáfora pictórica”. Más allá de las
definiciones, el artista tapatío ofrece una guía de viaje donde el
transporte no tiene porque ser alado o sobre ruedas, sino “por plantas de
poder, por los sueños o por la necesidad de tener imaginación o dejar tu
nido”. La exposición se puede ver en la Estación Juárez (Federalismo y
Juárez) con sólo pagar los cuatro pesos del pasaje.
Mariño González,
Guadalajara
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