Guadalajara, Jal. a 20 de Junio de 2002

Pese a la dificultad que significa presentar una exposición de escultura, por las medidas y pesos de las piezas, la Secretaría de Cultura del Estado a través de su dirección de Artes Visuales tiene el propósito de difundir esta disciplina, muestra de esto el proximo 21 de junio a las 20:00hrs. Inaugurará la exhibición la exposición antológica de Miguel Miramontes con piezas de inspiración personal (no mandadas a hacer por encargo sobre algún tema especial) del reconocido escultor Miguel Miramontes, quién se dio cita a la rueda de prensa donde se proporcionaron los detalles del suceso por parte del mismo maestro, el investigador y curador Javier Ramírez y la Sra. María Fernanda Matos, titular de Artes Visuales.

 

Orgulloso de su obra el maestro Miramontes, formador de muchas generaciones de estudiantes, recordó las aventuras que vivió durante la producción de obras famosas como “Los futbolistas” (ubicada frente al Estadio Jalisco) y “La fertilidad” (cerca del mercado de abastos), entre otras que hoy en día están desterioradas, incluso algunas desaparecidas, por que “falta mucha cultura”, con pesar aseguró el artista.

 

Mujeres, niños y parejas en todas sus expresiones, son los principales temas de la obra del escultor Miguel Miramontes las cuales conservan un común denominador: la tierra a donde pertenecen. México y la visión indígena que el maestro durante más de seis décadas se ha dedicado a observar y capturar con sus manos moldeando figuras casi gemelas a la realidad, ya sea en madera, bronce, yeso o resina que llevan su sello muy personal.

 

Cansado de la contaminación, la suciedad y el ruido de su amada ciudad Guadalajara Miguel Miramontes decidió cambiar su residencia al municipio de Chapala desde hace nueve años donde continúa expresando su arte, el cual agudiza con su más fuerte punto de inspiración: La mujer, a quién considera una diosa de inacabable expresión.

 

La obra que el tapatío exhibirá se integra por 42 esculturas de variadas medidas, todas ellas con un mensaje que transmitir, algunos de crítica otros que contienen lo que el mismo define como “lo bello del erotismo, sin llegar a la pornografía”, siempre con su firma expresionista y naturalista, aunque ha tratado de incursionar en todos los estilos, sin llegar al abstraccionismo, arte que no cataloga como propio d nuestra gente ya que considera que no tenemos la cultura tan avanzada para entenderlo, para él lo más importante es el realismo.

 

Miguel Miramontes Carmona nace en Guadalajara en 1918, a temprana edad su interés por la escultura comenzó a florecer al entrar en contacto con un “señor que hacía cositas de barro y de ahí me gusto lo bonito que es tocar la materia” afirma el escultor. Sus estudios en imaginería y tallado de madera se formalizaron con la enseñanza que le brindó don Agustín Espinoza. Unos años después (1937) forma su propio taller de imaginería, junto con Fidel N. Galindo, en el que hace obra para distintos lugares del país.

 

En los tiempos que practicaba fútbol en el legendario equipo “El Oro” su pasión por esculpir figuras con detallada artesanía se asienta y surge la inquietud por incursionar en la platería, técnica que tomaba fuerza en los 40´s, inicia entonces su aprendizaje del modelado en este material en el taller de Aurelio Martínez Sandoval y un año le bastó para dominar la técnica y crear su propio taller de platería, en el que produce joyas en plata y oro con incrustaciones de madera y piedras preciosas.

 

Para 1947, ávido de experiencia, viaja a la ciudad de México y se inscribe en la Academia de San Carlos (actualmente Academia Nacional de Bellas Artes), donde estudia la carrera de escultura, con un acumulado de conocimientos bajo el brazo y con un talento pulido regresó a Guadalajara para el año 50 cuando las miradas comenzaban a descubrir su obra que con el tiempo le han merecido numerosos reconocimientos como el premio Jalisco 1955 en la rama de escultura, la insignia “José Clemente Orozco”, el nombramiento “Hijo Distinguido de la Ciudad”, el primer premio de escultura en el ceramen Plástica Jalisciense durante las Fiestas de Octubre (1965), es portador también de la presea “Gerardo Murillo Dr. Atl” por sus 25 años de labor docente otorgada por la Universidad de Guadalajara, entre otros.

 

Ya instalado en su ciudad natal es invitado a esculpir una figura de José Clemente Orozco en la recién instalada Escuela de Artes Plásticas, el entonces director de la institución lo invita a impartir clases y ante la insistencia él accede a hacerlo mientras terminaba su obra, “iba a de rápido y me quedé 30 años dando clases” con agrado relata el artista quién introdujo la carrera de escultura a la Universidad de Guadalajara.

 

Con esta experiencia el maestro Miramontes tuvo la oportunidad de transmitir lo que a través de su camino aprendió, actualmente sus obras embellecen la ciudad lo cual lo hace convierte en un hombre orgulloso y complacido de su trabajo.