Muestran el 'paraíso' de Miguel Topete
Fragmento de
'La Ventana', obra de
Miguel Topete. Foto:Cortesía de Laura Topete
Corina Preciado/Mural
Guadalajara, Jalisco.-
(12/Feb./2003) Sentada inmóvil por horas, Laura no sólo sirvió de modelo para
las pinturas de su padre Miguel Topete (Guadalajara, 1926-1997), también tuvo
la oportunidad de conocer de cerca el arte del creador fallecido hace seis
años.
"No me movía en dos horas,
más o menos; pero más bien él estudiaba los pies, decía que el que pintara
bonitos pies y bonitas manos se consagraba. Yo posaba natural, pero otras
modelos se ponían por ejemplo trajes especiales", recordó Laura.
Varios estudios y cuadros dan fe
de lo que dice. Uno muy colorido que preside la sala de su casa donde ella
aparece de pequeña y otro, que es su favorito, en el que aparece
representando al bien en la lucha eterna entre la luz y la oscuridad.
Pero no sólo Laura sirvió para
inspirar al pintor que aprovechaba cualquier momento libre para dedicárselo
al lienzo, su viuda Judith Vargas, también quedó inmortalizada en numerosas
piezas del artista, que fue influido en su arte por la Escuela Mexicana de
Pintura.
Para no olvidar su trabajo
plástico y a manera de un homenaje, que su familia considera más que
merecido, hoy a las 20:30 horas se inaugura la exposición póstuma "El
Paraíso Pictórico de Miguel Topete" en el Instituto Cultural Cabañas.
Una selección de 16 piezas, de
las 66 que integran la colección completa del pintor, conforman el trabajo que será mostrado en esta ocasión y que se centra básicamente en
las naturalezas muertas del artista.
"A él siempre le gustaron
mucho las plantas, el jardín, me imagino que era su inspiración",
expresó Vargas.
"Granadas", "Orquídeas",
"Vaso Antropomorfo con Flores" y "Vaso Maya con Flores"
son algunos de los cuadros que se podrán conocer a través de esta exhibición
que únicamente incluye una pieza donde aparece la figura humana: "El
Volantín", retrato de una mujer que abraza a su bebé en un parque de
diversiones.
El traslado de objeto de uso
cotidiano a un lienzo, donde más que una versión fiel de la realidad, Topete
construía escenarios propios, es una de las singularidades que enfatiza
Vargas.
"Utilizaba cosas de su
entorno como elementos para luego enriquecerlos en su paraíso personal",
agregó Laura.
Cuadros con contenidos altamente
políticos donde el pincel se convirtió en su arma para cuestionar la
violencia en la ciudad como el titulado "En Jalisco Sigue Lloviendo Sangre"
o "La Ventana", son parte de una etapa por la que atravesó el
artista.
En la primera la cabeza de un
guajolote se desangra formando con el rojo líquido la silueta de Jalisco. En
la segunda, una joven se asoma a la ventana mientras a su alrededor los vicios
y la corrupción dominan el paisaje.
Ambas se suman a un universo
creativo del artista, que llegó incluso a asustar a sus pequeños alumnos.
"Había un niño que le decía
'oye profesor, en esta casa asustan", recordó entre risas, quien fuera
esposa de Topete en vida.
La amistad con pintores como
Armando y Raúl Anguiano, y José Cabezas, alimentaron la trayectoria de
Topete, maestro normalista de profesión y maestro de arte por vocación.
El Hospicio Cabañas y su
domicilio particular fueron los lugares donde el pintor ofreció sus talleres
de plástica.
La pintora María Luisa González,
fue una de sus alumnas, según informan los familiares del artista.
"Era maestro de corazón, de
pintura y de escuela", comentó Vargas.
De acuerdo con su familia, sus
deseos por compartir su visión y sus conocimientos artísticos llevaron a
Topete a fundar en 1960 el Jardín del Arte, una escuela de pintura y
escultura, que dirigió por varios años, ubicada en el Parque Agua Azul.
Coordinador de las Galerías
Degollado y director de su propia galería conocida como Plástica se apilan en
su currículum, que se abultó aún más cuando en 1984 lo distinguieron con la
presea José Clemente Orozco como un jalisciense distinguido en las artes
plásticas.
"El Paraíso Pictórico de
Miguel Topete" permanecerá abierto al público hasta el 9 de marzo.
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JALISCO 12 de febrero de 2003
EL COLOR DEL
TRABAJO DE MIGUEL TOPETE EN EL INSTITUTO CABAÑAS El
Instituto Cultural Cabañas (ICC) albergará una muestra retrospectiva del
trabajo plástico del tapatío Miguel Ángel Topete bajo el nombre de El paraíso
pictórico de Miguel Topete, 1926 - 1997, la cual será inaugurada el miércoles
12 de febrero en la sala sur del Patio Mayor de dicho inmueble, en un evento
organizado por la Secretaría de Cultura de Jalisco y el ICC. Miguel
Ángel Topete quien nació en 1926 y falleció en el año de 1997, se graduó como
maestro normalista para después incursionar en el teatro a principios de la
década de los cincuenta donde fungió como asistente de dirección en la
División Cinematográfica del Instituto Tecnológico de la Universidad de
Guadalajara. Tiempo
después tras abandonar la carrera de derecho Topete Gómez se matriculó en la
Escuela de Artes Plásticas donde estudió dibujo con Miguel Miramontes, Jorge Martínez y Antonio Trejo. Sus estudios
de pintura comenzaron con María de la O Fernández, y perfeccionó sus
conocimientos del color y la composición con el pintor Othón
de Aguinaga. Su primera exposición llegó en 1957 y a partir de entonces
presentaría su obra en numerosas galerías y museos de Guadalajara, la Ciudad
de México y algunas ciudades de Estados Unidos. En 1960, con el apoyo del
Gobierno del Estado, fundó la escuela de pintura y escultura al aire libre
"Jardín del Arte" en el Parque Agua Azul y en 1984 recibió la
presea "José Clemente Orozco". Un
comentario sobre su obra publicado en 1972 señala que "sus cuadros son
definidos, nítidos, realizados con apego a las leyes de la composición, del
equilibrio, de acuerdo siempre a los lineamientos académicos. Mas existe en
la mayoría de ellos, algo que los rescata de la frialdad naturalista: el
color. El color de Topete es cálido, vibrante, casi irreal..." La
exposición El paraíso pictórico de Miguel Topete, 1926 - 1997 permanecerá
abierta al público hasta el 9 de marzo del año en curso. |