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La Gaceta de la Universidad de Guadalajara, 26  de febrero 2007

 

ver La Biblioteca de Pinturas (Ocio)

 

A caballo entre la pintura y el verbo

por: EL INFORMADOR/Redacción
fecha de publicación: 01-03-2007, 21:53 hrs.



Roberto Rébora muestra en el Museo de l

as Artes de la UdeG su pasión por la pintura

y la edición, a través de la exposición Taller.

CRÉDITO FOTO: EL INFORMADOR • R. TORRES

 

El Museo de las Artes muestra en una exposición los dos oficios del artista con los pinceles y la edición

Roberto Rébora: Pintor. Roberto Rébora: Editor. Dos oficios a los que este artista fundador de Taller Ditoria en 1993 por un deseo de aprender la manufactura del libro impreso tipográficamente, les dedica el tiempo que le toca vivir, perfectamente dividido en las exigencias propias de cada uno. Dos ocupaciones -una con el pincel como herramienta, otra con la palabra escrita- cuyos resultados quedan expuestos en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (UdeG) a través de la muestra Taller.
Este breve título de la exposición de Roberto Rébora (Guadalajara, 1963) responde a que todo se origina en el taller. Para él, este lugar “guarda una actitud con la cual me siento muy identificado, que es la de aprendiz”. Señala que “en el taller todo se hace con las manos y de ahí la relación entre el taller que produce pinturas y que, simultáneamente, ha crecido una experiencia editorial que ha dado sus frutos”.

 

Frente a la tela

 

Roberto Rébora resuelve el problema esencial que enfrenta todo pintor del vacío poblando sus cuadros de “ansiedad, pretensiones y necesidades”, representadas en multitudes en buena parte de las 12 obras, aparte de dos retratos, que incluye Taller.
En realidad, a él le gustaría poner un punto y cerrar un cuadro. Pero no es tan sencillo. Por eso, Rébora puebla de figuras las telas “tratando de darle alguna explicación probable a todas las preguntas con las que uno convive diariamente”.
Otras de las piezas realizadas con temples y óleos representan ambientes familiares con el mismo carácter onírico que el conjunto del trabajo, tema que hacía ya más de una década que Rébora no tocaba. De alguna manera, la exposición Taller supone su regreso también a sus inicios en el dibujo realizando caricaturas y colaborando para periódicos y revistas.
“Soy esencialmente un dibujante y todo lo que hago se relaciona con el dibujo. Incluso, Taller Ditoria es para mí una manera de entender el dibujo de distintas maneras, dado que ubicar una palabra en una página en blanco es relacionar la línea, por lo tanto, el dibujo de la letra misma, en su composición espacial”, explica Roberto Rébora.
El artista deja tras de sí un trabajo muy complejo formalmente, de cosas abiertamente ambiguas en su solución formal, con mucho color, muy contrastadas, para hacer uso por primera vez en las obras que adornan las paredes del Museo de las Artes de la UdeG de una monocromía protagonizada unas veces por el rojo, otras por el azul, con la finalidad de “establecer una estructura formal desde donde desarrollar una posible expresión personal”.
Para Rébora, contrariamente a lo que pudiera creerse, tener un espacio en blanco a su disposición es “una de las oportunidades más grandes y ricas con las que uno se puede relacionar, porque todo puede ser posible, incluso hacer una obra maestra para quien le es dado. El problema es terminar un cuadro, porque ahí los límites son evidentes”.
Para él, el pincel es erotismo. “El roce del pincel con la tela me seduce -expresa- y la relación que yo establezco con mi oficio de pintor es estrictamente sensual y sólo a partir de ahí deviene un proceso intelectual”.

 

Ante la página

 

Hace 13 años Roberto Rébora alumbró Taller Ditoria como una extensión de los catálogos que originalmente pensó y como un medio idóneo para difundir su trabajo, sus imágenes. A lo largo de este tiempo en el que se han editado 34 libros (32 de ellos expuestos en el Museo de las Artes de la UdeG), la función del taller ha sido siempre la misma: “Darle toda la importancia a la página limpiamente, sensiblemente impresa, para que facilite la lectura”.
Fue por una cuestión de azar que la relación de Rébora con la palabra originó el deseo en él de aprender la manufactura del libro impreso tipográficamente, “no por cuestiones de orden romántico, en el sentido de volver técnicas en desuso, sino porque la economía de medios, que procuró comprar una prensa de escasos tres mil pesos de inversión, facilitó eso que es milagroso que es la reproducción de la página impresa y de ahí nació el deseo de aprender cuestiones que tienen que ver con la edición”.
A Roberto Rébora le ha tocado el papel de dirigir y ser el impulsor de Taller Ditoria, pero recalca que “está siempre relacionado con hombres de oficio, con dibujantes, con otros pintores y, naturalmente, con escritores”.
Pintor, editor y... también lector. Por eso, lo primero que necesita es tener una razón de peso para dedicarse desde Taller Ditoria a la edición de un ejemplar. “Cada libro es distinto entre sí, como si fueran cuadros -cuenta-. La concepción de cada libro tiene todas las exigencias, porque lo que estás iniciando se va a desarrollar, de alguna forma, a la manera de un dibujo. Es decir, la primera página te va a poner una serie de reglas formales que se irán desarrollando a lo largo del libro, porque esta manera manual de trabajar tipográficamente no permite la concepción total de las ediciones, sino que son orgánicas, el proceso es orgánico”.
Para Roberto Rébora, como editor de Taller Ditoria, cada libro es un fin en sí mismo, lo mismo que, en su faceta de pintor, cada cuadro es un fin en sí mismo.

 

En síntesis

 

QUÉ. Taller (exposición de pinturas y libros editados por Taller Ditoria)
QUIÉN. Roberto Rébora.
DÓNDE. Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara (avenida Juárez 975).
CUÁNDO. Inauguración: Viernes 2 de marzo de 2007. 20:30 horas.

 

Piezas artesanales únicas

 

En la actualidad, editar libros manufacturados se ha convertido en una excepción. Ditoria concede, al fondo sensible de la poesía, una forma tangible, por lo que cada ejemplar es una pieza artesanal única. Así, lo que se inició como un ejercicio de aficionados, se ha convertido en una labor rigurosa y comprometida, cada día más, con el oficio del libro elaborado a mano.

 

Primero el arte

 

Entre los planes de Roberto Rébora con los pinceles figura “seguir los impulsos primarios que articulan el gesto: La pintura”.
A su parecer, en la actualidad se dificulta observar pintura sin teoría de por medio. “Hay que creer para saber ver”, dice.
“El arte contemporáneo devino del todo en apéndice literario. Se requieren teorías persuasivas que nos permitan entender el significado de los valores artísticos”.
A pesar de todo, para él, “lo interesante de la reflexión es que antes de concluir cualquier idea sobre el arte, éste, previamente, ha estado ahí. Es primero el arte y luego el postulado”.
Ahí está el cometido, según Rébora, “en la pintura, que sigue siendo para mí el justo medio”.

 

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Muestra el lado sensual en 'Taller'

A través de 14 pinturas, el artista tapatío muestra el eros de la personalidad humana

MURAL / Staff

Guadalajara,  México (2 marzo 2007).-  La vida nunca será de color rosa, pero en el Museo de las Artes (MUSA) puede ser azul y rojo porque en su exposición titulada "Taller", Roberto Rébora hace de estos tonos la herramienta perfecta para presentar de forma sensual y hasta erótica la actividad cotidiana.

A través de 14 pinturas, el artista tapatío muestra el eros de la personalidad humana; se podrán ver cuerpos al semidesnudo, separados, dándose la espalda, ocultándose entre si, que dan la impresión de estar antes o después del coito y además imágenes familiares de la vida dentro y fuera del hogar.

"El asunto del tema familiar, es un tema que no tocaba desde hace 10 años en mis pinturas. En cierta manera vuelvo al origen de mi trabajo que es el dibujo, soy esencialmente dibujante" comentó el expositor.

Por iniciativa de Rébora, en la exposición se incluyen 32 libros hechos a mano, pues aparte de ser pintor comparte su tiempo con la editorial Taller Dictoria, que realizó los textos artesanales.

" (Taller Dictoria) fue una cuestión de azar, se dio la oportunidad de aprender la manufactura del libro impreso topográficamente, no por cuestiones de orden romántico en el sentido de volver a técnicas en desuso, sino porque la economía permitió comprar una prensa de escasos tres mil pesos de inversión y que facilitaron esto que es milagroso, que es la reproducción de la página impresa", comentó Rébora.

Aunque la mitad de las pinturas que se exponen parecen ser una secuencia de acciones, Rébora señaló que cada una es individual y hasta maneja un tema distinto. Los colores azul y rojo, predominantes en esta obra, los consideró como el vínculo por el cual logró expresarse.

"Para mí, 'Taller' guarda una actitud con la cual me siento muy identificado, que es la del aprendiz. De alguna manera, para mi tanto Dictoria y mis cuadros se mueven siempre alrededor de la búsqueda de la expresión personal", agregó.

La inauguración de la exposición "Taller" será hoy, a las 20:30 horas, en el MUSA (Avenida Juárez 975) y permanecerá montada hasta el 29 de abril.

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“El vacío es el problema esencial del pintor”, asegura el artista, quien, antes que otra cosa, se considera un dibujante
Rébora: un taller en rojo y azul

El creador tapatío inaugura hoy, en el Museo de las Artes de la Universidad de Guadalajara, la exposición titulada Taller, que reúne catorce cuadros al óleo y al temple y hace, por primera vez, un recuento de la historia de su editorial: Ditoria.

 

 

Detalle de “Baile en el Madhouse”, uno de los catorce cuadros que se exhiben en Taller. Foto: Paula Islas

 

 

2-Marzo-07




Azul como la tristeza, como ciertas melancolías. Rojo como la pasión, como ciertas diversiones de alcoba. Los colores y las ideas, que más tarde se traducirán en imágenes o palabras, surgen del taller. Y ese Taller es, precisamente, el título de la exposición de Roberto Rébora, que hoy se inaugura en el Museo de las Artes de la UdeG y conjuga, por primera vez, sus dos oficios: la pintura y la edición de libros.

“El taller guarda una actitud con la cual me siento identificado: la del aprendiz. En el taller todo se hace con las manos y de ahí la relación entre el taller que produce pintura y el que produce una experiencia editorial”, explica Roberto Rébora (Guadalajara, 1963), quien exhibe, en las salas del Museo de las Artes, catorce cuadros al óleo y al temple y 32 de los 34 libros que ha publicado su empresa literaria: Ditoria.

Dos de los cuadros de Taller son retratos de Gerardo Deniz, escritor de quien Ditoria ha publicado cinco títulos y que dio empuje a la editorial cuando se formó en 1994. Los otros doce, monocromáticos, en azul o rojo, muestran parejas en sus alcobas, escenas familiares o de amigos cuyos títulos son una prueba más de la relación que, en Rébora, guardan la palabra y la imagen: “Amigos majaderos de hija catrina”, “Hija madre, hijo problema”, “Tres narices” o “Advertencia”.


Roberto Rébora (1963). Detrás, el temple “Hija madre, hijo problema”. Foto: Paula Islas

“El vacío es el problema esencial del pintor”, arguye Rébora. Y con los años, agrega, “ese espacio se ha llenado de ansiedades, de percepciones". Para el pintor, quien en más de una ocasión se ha visto tentado a poner un punto y cerrar el cuadro, el hecho de colocar “más figuras en la tela es darle alguna explicación probable a las preguntas con las que uno convive a diario”.

Cercanos a la caricatura —uno de los primeros oficios que ejerció en diarios tapatíos y de la ciudad de México—, en los trazos de Taller el artista vuelve, de cierta manera, al origen de su trabajo: el dibujo. “Soy esencialmente un dibujante”. Contrario a la “posición de los artistas conceptuales”, concluye Roberto Rébora, “mi trabajo es preconceptual: aspiro a que posea una idea, una lectura posible, pero nace de la emoción práctica de la elaboración. La interpretación, hasta para mí, es una lectura de mi propia vida”. Taller se inaugura hoy a las 20:30 horas en el Museo de las Artes, ubicado en Juárez 975, esquina con Enrique Díaz de León. Entrada libre.



- Claves>b>La palabra de Dominga

• La Dominga, una prensa de tipos móviles que costó tres mil pesos, fue el origen, en 1994, de Taller Ditoria, empresa editorial que, a la fecha, ha publicado libros de Gerardo Deniz, José Kozer, Ida Vitale, Adriana Díaz Enciso y Juan Gelman, entre otros escritores

• “Taller Ditoria, en buena medida, se debe a la amistad que tengo con un hombre de genio, Gerardo Deniz. Su deslumbrante capacidad para el uso de la palabra fue lo que lo hizo posible”, relata Roberto Rébora

• “Cualquier medio busca la transformación interior. Soy un hombre práctico y la manera de resolver esta necesidad es, por principio, la pintura. Después, como una extensión de mi trabajo como pintor, la elaboración de libros”

• “Dedico el tiempo que me toca vivir entre mis dos oficios [el pictórico y el editorial]. Taller Ditoria me ha abierto a conversaciones con autores de rango. La palabra, el verbo, edifica. Son consideraciones que, en los días tristes, me ayudan a vivir”

 

 

 

Guadalajara / Mariño González

 

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Inauguración

Fotos: Ines Palomar

 

 

 

 

 

ver texto

 

ROBERTO REBORA, CLAUDIO JIMENEZ

GABRIELA URIARTE, CLAUDIO JIMENEZ, INES PALOMAR DE JIMENEZ

 

CLAUDIO JIMENEZ, IÑAKI BEORLEGUI Y SUS HIJAS

LINDA PLACIOS, CLAUDIO JIMÉNEZ