WALDEMAR SJÖLANDER
 
 

 

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Nació el 6 de enero de 1908 en Gotemburgo, Suecia. Al término de la segunda guerra mundial salió de su país y tras una estancia en Cuba se instaló definitivamente en México. Su producción en el grabado empezó en Suecia, a mediados de los cuarenta, tiempo en que trabajó sobre todo la litografía. Su primera aparición al público en México fue en 1947, al exponer en el Palacio de Bellas Artes. En 1960 participó en la II Bienal Internacional de Grabado en Tokio, Japón. En 1961 lo hizo en la Bienal de Sao Paulo, en Brasil, en 1972 en la VII Bienal Internacional de Grabado en Tokio. Fue maestro de pintura en la ENAP y de escultura en La Esmeralda. Trabajó en técnicas de metal aguafuerte y punta seca , en litografía y en monotipo. Murió en el año de 1988.


Mediante una síntesis que se instaló en la expresión infantilizada, el artista desarrolló su obra buscando con frecuencia nuevas relaciones entre sus personajes y los objetos o el entorno espacial. En este grabado domina la señal de la flecha.

Sjölander se integra a una larga lista de artistas extranjeros de primer nivel que han desarrollado su obra en nuestro país, al que llegó muy joven para integrarse rápidamente como docente en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda. Encontró aquí el lugar y el ambiente adecuados para desarrollar su producción plástica que construyó a partir de una pintura circunscrita en la abstracción lírica.

Sjölander participó en un número bastante importante de exposiciones colectivas e individuales en nuestro país y en el extranjero. Al tiempo que recibió distinciones que dieron reconocimiento a su obra. Importantes museos y colecciones cuentan con obra suya, como son el Museo Nacional de Estocolmo, el Museo Tessín, en París, y el Museo del Palacio de Bellas Artes de la Ciudad de México.

El primer estado que conoció fue Veracruz, pero como viajero intenso recorrió el territorio nacional y lo impresionó mucho el sureste mexicano integrando, de alguna forma, los colores cálidos de la región a sus cuadros. Asimismo, llevó a cabo una importante labor como escenógrafo en varias obras de teatro que se presentaron con bastante fortuna en la capital. Murió en el año de 1988, desde hacía años había adquirido la nacionalidad mexicana. Hoy día se le reconoce como uno de los artistas modernos mexicanos más importantes. Artes e Historia México