Álvaro Santiago
Ramón Almela.
Doctor en Bellas Artes
Álvaro
Santiago realiza una
pintura que seduce. Presenta una de sus muestras actuales en Puebla "La
Forma Fiel" en la Galería de Arte Contemporáneo y Diseño (12 Norte,
607. El Alto. Puebla) Oaxaqueño con sus raíces determinadas por esa inclinación
patente en la plástica por cierta figuración similar en varios de los artistas
que han destacado en el panorama nacional de la pintura: Toledo, Sergio
Hernández, Soid Pastrana... etc
En sus obras
existen componentes sistemáticos en el plano del cuadro segmentado y
distribuidos en varias áreas. Su perspectiva es derivación de las dos
dimensiones del lienzo. Composiciones que se ordenan dentro de la distribución
ortogonal correspondiente al formato del cuadro incluyendo las piezas dentro
del rompecabezas de la pintura. Su ordenamiento responde a significaciones y
motivaciones que van jerarquizándose en el proceso de la realización de la
obra. Álvaro
Santiago se encuentra atrapado en su nostalgia de modernidad. Enfatiza el
acontecer pictórico como expresión afirmando la autonomía de la pintura al
distinguirla frente a la escultura, concentrándose en la situación de ejercer
la plasticidad sobre el plano alejándose de trampas ilusionistas reverberando
la condición del material pictórico y reforzando la correlación de formas
simbólicas. Destaca su necesidad por lo simbólico representativo y sujeción a
la figuración. Se realiza como paradigma del actor-pintor envuelto en la labor
de taller desentrañando su sentir a través de las formas y las texturas, el
color y el dibujo, la composición. Una diversidad y versatilidad se destila en
la concepción de las imágenes, al tiempo que la permanencia de códigos
suficientes que identifican su estilo
Todo ello
destaca igualmente en las obras que presenta en "Papel de Papeles"
en la galería José Luis Cuevas y Bertha Cuevas de la UDLA. Un conjunto numeroso
de dibujos y pinturas sobre papel compone esta exposición donde puede
apreciarse la mutabilidad que imprimía en sus tratamientos pictóricos, aquí se
concentran en la textura del papel por medio de la acuarela, la tinta, el
acrílico sobre diferentes tipos de papel, incluyendo los ya impresos como los
membretes musicales que aportan una significación multivalente.
Pero en todas
sus obras también practica una lucha entre las ideas que centellean entre los
materiales pictóricos, nociones ilustrativas de sus imágenes y el impulso por
escapar de lo bidimensional. La preponderancia de la línea como definidora del
contorno y sobre la que se sustentan muchas de sus obras parece querer
independizarse. La construcción de la estructura lineal de la composición a
través de la utilización del engrosamiento del dibujo con papel hecho a mano
que conforma un abultamiento ajustado a la estructura dibujística. O también,
como en la obra "Los ojos prestados" y en la que una
estructura lineal de alambre real se superpone en la superficie del lienzo
pintado despegándose de él como objeto real. Y su obra transgrede el limitante
género de la pintura adecuando su lenguaje a los objetos cotidianos como esos
calcetines bordados con su iconografía, un conjunto de comedor donde destaca el
respaldo de las sillas en herrería con su indiscutible personalización, que
asimismo transfiere a un diseño de puerta de herrería, las piezas en cerámica
de Talavera o aros lácteos en madera pintados con sus personajes. Nada parece
situarse fuera del alcance de su visión.
Y en una
contraposición plástica al color de Álvaro Santiago con el grabado somero y
claroscuro se presenta en la Galería de Arte de la Universidad Iberoamericana
(Km 3.5 Carr. Federal Puebla-Atlixco) Demián Flores que trabaja sobre la
lucha en el cuadrilátero "Arena México". Demián puede decirse
que, también, utilizando la forma fiel del grafismo sobre la superficie de la
plancha se esfuerza en la presentación de la naturaleza de los sentimientos que
sustentan esta dedicación deportivo-folclórica. Todas las particularidades que
rodean la actividad de la lucha libre como torneo teatral y atracción popular
sirve de marco vital a Demián Flores para el desarrollo plástico de
xilografías, grabados a punta seca y serigrafías. Trabaja en muchas de sus
piezas a partir de las placas con las que se arman los carteles que anuncian
las luchas. La elocuencia festiva animada de viveza y peculiaridad vital se
estampa en las imágenes. La lucha en sus aspectos de confrontación y simbolismo
vital emergen en los trazos como una representación de los movimientos,
enfrentamientos, encadenamientos, fluir de los cuerpos que concluyen en choque
astuto para derribar al contrario. Las obras condensan el sentimiento de
rivalidad en lo cotidiano, el sufrir como parte ineludible de la lucha diaria,
la derrota como componente del vivir. Y es que en toda confrontación ha de
asumirse la realidad de la derrota, elemento siempre presente en la lucha y con
el que se ha de vivir como situación transitoria.
¿De qué
manera transcribe en sus grabados toda esta parafernalia real y simbólica? Con
la ejecución del proceso y el uso de la simbolización adecuada. Existe una
teatralidad en la realidad de la lucha libre como espectáculo. Hay ficción en
los golpes y en los castigos aplicados. No es falsa la habilidad de los
luchadores en la aplicación de las técnicas. Y lo que no está ausente en la
pugna es la encarnación que en los combates la gente vive al proseguir el
acontecimiento de la contienda. Sirven de catalítico al espíritu popular y esto
es exactamente lo que capta y transfiere en sus obras Demián Flores. El
deslizamiento enérgico del buril sobre la superficie, preso de la misma
resistencia y esencia de la aplicación de llaves y golpes, la superposición de
imágenes, la tipografía de cartel, el collage, la fotografía, la representación
de las máscaras, el anonimato del personaje aupado a la fama en la actuación. Los
combatientes son los superhéroes presentados en un doble rol. |