Sin espacio ni
políticas para la Colección Ciudad de Guadalajara
Una parte de la Colección Ciudad de Guadalajara
se encuentra embodegada en el Museo Raúl Anguiano. ESPECIAL
El acervo, con más de 20 años de
historia, no ha recibido el tratamiento adecuado por parte de las autoridades
locales
GUADALAJARA,JALISCO.-junio 20, 2009.- A pesar de la
vasta cantidad de obras que conforman la Colección Ciudad de Guadalajara y su
longeva historia, el municipio no ha otorgado un espacio para la exhibición
de este patrimonio cultural de los tapatíos ni se han establecido las
políticas necesarias para su mantenimiento, difusión y métodos de
adquisición. Así lo asegura Geovana Ibarra, titular
del Museo Raúl Anguiano (Mura), espacio donde actualmente se encuentra parte
de este acervo.
La Colección Ciudad de Guadalajara está integrada por alrededor de 400 piezas.
Se trata de obra gráfica, mixográfica, serigrafías,
aguafuertes, grabados y algunos óleos de artistas locales, nacionales y de
origen latinoamericano. La nómina incluye a los mejores de la plástica
contemporánea mexicana: Manuel Felguérez, Rufino Tamayo,
Leonora Carrington, Vicente Rojo, Paul Nevin, José Fors, Luis Valsoto, Daniel Kent, Carmen Bordes, Gunther Gerzso, Fernando de Szyszlo,
Rodolfo Nieto, Arnold Belkin
y Helen Escobedo, entre otros.
Cerca de un centenar de estas obras se encuentra embodegado en el Mura desde
hace años. Nadie sabe exactamente cuántas ni cuándo saldrán de ahí. Ésos son
un par de los tantos problemas que hay detrás de este patrimonio cultural de
los tapatíos: no hay un documento que certifique en qué fecha se creó la
iniciativa de formar una colección municipal o quién fue su artífice. Ni
siquiera cuál fue la intención de albergarla en el Museo Raúl Anguiano.
Ibarra, su directora desde 2007, cuenta que las piezas restantes están en
oficinas municipales y en diferentes centros culturales de Guadalajara. A
pesar de que no hay ninguna orden municipal en la que conste que los miembros
del Mura son los responsables de la Colección Ciudad de Guadalajara, es
gracias a su personal que las obras se mueven con regularidad por diferentes
espacios de la capital jalisciense en calidad de préstamo. Por su tema (la
vida popular y costumbres de los tapatíos) y sus dimensiones, las obras más
solicitadas son las del pintor Roberto Ramírez Acal.
El museógrafo del Mura, por ejemplo, es el encargado de supervisar la obra
prestada un par de veces por año y verificar quién la está resguardando. "Si
cambian a esa persona de la oficina en la que están las piezas y la nueva no
las quiere, entonces nosotros vamos y las quitamos. Otras veces nos han hablado
para pedírnoslas: ellos vienen y escogen las obras que se quieren llevar. La
colección está a disposición del municipio. Hasta ahora, los titulares de los
centros culturales son los más interesados en llevarse algunas piezas",
asegura Ibarra.
Cuando ella entró al Mura, recibió dentro del inventario las colecciones
Ciudad de Guadalajara y Raúl Anguiano, además de los pendientes de la
administración pasada. Pero el problema, considera, es que "no hay nada
escrito de esa colección. Creo que eso es lo que hace falta: que se
establezcan las políticas de adquisición y cómo se van a adquirir las piezas
nuevas y, especialmente, designarle un curador y un comité que evalúe el
ingreso".
Ibarra opina que el catálogo de estas piezas -también inexistente- debería
estar a disposición de cualquier trabajador del municipio que desee realizar
una exposición. Y aunque ella las ha exhibido en el espacio que dirige, sabe
que es necesario hacer "cosas dinámicas" con la colección para que
sea más atractiva para el público.
"Si se define su propósito, se podrían hacer muchas cosas con esa
colección, desde convocatorias y firmar compromisos de exhibición al menos
una vez por año", dice Ibarra.
Además de las piezas ganadoras en las tres ediciones del Premio Ciudad de
Guadalajara -entre las que figuran una de Sergio Garval
y otra de Conchita Rivera-, certamen instaurado por Ricardo Duarte cuando era
director del Mura junto con el entonces titular de Cultura del Ayuntamiento
tapatío, Santiago Baeza, la última obra que ingresó a la colección fue Días
de carga, pintura donada el 17 de septiembre de 2008 por su propio autor,
Álvaro Santiago.
Algunas pistas sobre el origen
El historiador tapatío Arturo Camacho, miembro de El Colegio de Jalisco,
asegura que las obras gráficas que pertenecen a la Colección Ciudad de
Guadalajara fueron donadas por la empresa Cartón y Papel de México durante la
administración municipal de Eugenio Luis Orozco, hace aproximadamente dos
décadas.
"Fue donada por gestiones del ingeniero Miguel Aldana cuando estuvo en
el Centro de Arte Moderno (CAM). Aunque también hay pinturas de artistas que
alguna vez expusieron en el Salón Guadalajara, lo básico de esta colección
son las obras gráficas que regaló la empresa", explica Camacho.
CRÉDITOS:
Informador Redacción /
IIR
|