Estética ecuestre se hizo papel
El libro 90 caballos en el arte mexicano
documenta la muestra del mismo nombre, inaugurada en mayo pasado
EL INFORMADOR
Juan
Carlos Romero, Claudio Jiménez,
Alfonso Alfaro y Ricardo Duarte
presentaron
el libro
90 caballos en el arte mexicano
Finalmente, los coleccionistas Claudio Jiménez y Juan Carlos Romero,
quienes prestaron parte de su obra para la muestra, resaltaron su gusto por
obtener piezas de arte y cómo para ellos existe una “inspiración de culto” en
esta práctica
“La única manera de guardar para la eternidad
los momentos mágicos de una exposición, es documentarla en papel”. Así lo explicó
Ricardo Duarte la noche del lunes, en el Instituto Cultural Cabañas, durante
la presentación del libro 90 caballos en el arte mexicano, que compila las
imágenes de la muestra del mismo nombre, que se inauguró durante la décima
edición el Festival Cultural de Mayo.
“Con este ejemplar se llega a la etapa final a la que debe llegar cualquier
proyecto cultural, y qué gusto que EL INFORMADOR festeje su 90 aniversario
con este tipo de actividades”, agregó Duarte, quien además de ser el curador
de la exposición, funge como titular del Museo de Arte de Zapopan.
Por su parte, Alfonso Alfaro, autor central de los textos, resaltó que
“durante milenios, los caballos han sido protagonistas de la historia y en la
mayoría de los casos no podríamos entender las grandes civilizaciones sin
ellos”.
Debido a que 90 caballos en el arte mexicano incluye
obra de distintas colecciones privadas (Fundación Álvarez del Castillo,
Andrés Blastein, y pago en especie de la Secretaría
de Hacienda y Crédito Público), Alfaro explicó la labor de éstas en la
memoria de toda civilización. “Los artistas son los que pintan las fantasías
y los comparten con el otro. Los coleccionistas por su parte las reúnen según
sus propias fantasías. Si el arte es un lenguaje, los artistas generan el vocabulario
y los coleccionistas hacen la sintaxis”, explicó.
Alfaro, quien funge como investigador de Artes de México, agregó que la
presencia de los equinos en el arte permite que no olvidemos lo cercanos que
estuvieron al humano y su papel como vehículo de expansión y de nexo entre
las culturas.
Además, el arte occidental ha posado su mirada en la idea griega de lo
antropomórfico y así como se ha estudiado la silueta del cuerpo humano,
también se ha representado la figura de los equinos como un elemento constantes
en la estética.
“Cuando el caballo perdió el protagonismo en la historia, ocupó un papel en
los sistemas pedagógicos y de educación de los valores. En ese momento se
vinculó a la política y ser un buen jinete representaba una posición de
dominio, necesario para la imagen de aquellos que dirigían a la sociedad. La
equitación se convirtió en un mecanismo para la promoción de los valores, que
se ha plasmado en el lenguaje, de ahí las palabras ‘caballerosidad’ o
‘caballero’, que tienen una huella honda de este arte de la elegancia”,
señaló el investigador de Artes de México.
Finalmente, los coleccionistas Claudio Jiménez y Juan Carlos Romero, quienes
prestaron parte de su obra para la muestra, resaltaron su gusto por obtener
piezas de arte y cómo para ellos existe una “inspiración de culto” en esta
práctica.
EL INFORMADOR • A. CAMACHO 28-06-2007
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