GABRIELA RAMÍREZ MICHEL
 
 

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TENGO “MI PEQUEÑO TALLER”, EN CASA, EN EL SEGUNDO PISO DE UNA CASA ANTIGUA EN GUADALAJARA, JALISCO, MÉXICO.

ES SOLO UN ESPACIO PEQUEÑO PERO REALMENTE ES TODO LO QUE NECESITO. HE LOGRADO AJUSTAR TODO MI EQUIPO, DEJANDOME EL ESPACIO SUFICIENTE PARA MOVERME LIBREMENTE.

Soy joyero-escultor, por lo que utilizo diferentes tipos de ceras para modelar en mi trabajo.

Me encanta crear piezas con metales preciosos de origen ético, como oro, plata y paladio, así como bronce y latón recuperados.

Mis gemas favoritas son el ópalo, la turquesa y la esmeralda, pero también necesito materiales humildes como textiles, madera, papel, hormigón y rocas de todas las variedades para mantener el “equilibrio divino” en mis manos.

A veces mi atelier es un espacio muy tranquilo donde los cantos de mantras me abrazan, otras veces Nina Simone, The Smiths, Beethoven y La Xochipitzahuatl miman mis días.

Me encanta comprar herramientas en The Trocadero, pero algunas de mis favoritas fueron regalos de mis amigos.

Mi banco de trabajo imparte un sentido de pertenencia. Aquí tomo las decisiones y elecciones más importantes y desarrollo nuevas ideas.

Aprecio mis herramientas y equipos... sin ellos no podría transformar mis ideas en piezas de arte únicas.

Mis “dispositivos” más valiosos sin embargo, son mis manos desinhibidas, la cera transgresora y sobre todo la intención divina que nutre mi alma.



 

  fuente: corazondevenada.com