Muere Juan Soriano
El artista jalisciense
recibió el Premio Nacional de las Artes en 1987.
Foto: Archivo
El pintor y
escultor jalisciense permanecía hospitalizado desde el pasado 25 de enero en el
nosocomio
Patricia
Cordero
Ciudad de México(10 febrero 2006).-El pintor y escultor Juan Soriano
(Guadalajara, 18 de agosto de 1920) murió este viernes en el Instituto Nacional
de Nutrición, víctima de un paro respiratorio, el cual le ocasionó la muerte al
artista plástico, informó este viernes Armando Villegas, médico adscrito del
Sector 9 del Instituto Nacional de Nutrición "Salvador Zubirán"
en donde estaba desde el 25 de enero.
"En la
última etapa presentó un cuadro de insuficiencia respiratoria aguda, evento
final del problema neurológico que el señor Soriano ya padecía", dijo.
Según Marek Keller, su representante,
Soriano estaba muy tranquilo y su corazón dejó de latir muy despacio, a las
5:10 horas.
Ni los
familiares ni el equipo médico solicitaron la autopsia del cuerpo del pintor
jalisciense.
Mencionó vía
telefónica que la víspera todavía visitaron al artista Elena Poniatowska, un amigo muy cercano, Mario Muratalla, y Beatriz Vidal.
Keller aseguró
que mañana, a las 10:00 horas, se ofrecerá un homenaje en el Palacio de Bellas
Artes, y que ello ya lo confirmó el INBA.
El pintor y
escultor jalisciense permanecía hospitalizado desde el pasado 25 de enero en el
nosocomio.
En su
momento, Octavio Paz se refirió al artista jalisciense de la siguiente forma:
"Pocos pintores mexicanos provocan en mí la diversidad de respuestas que
la obra a un tiempo cambiante y fiel a sí misma de Juan Soriano".
De igual
forma, Carlos Monsiváis escribió un perfil sobre
Soriano, con palabras del propio pintor: "Sin la muerte nada tendría
valor: cada dibujo que hago, cada conversación que tengo, cada momento que
vivo; son únicos e irrepetibles y lo son porque va a pasar el yo que lo vive".
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Fecha de publicación:
10-Feb-2006
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¿Quién es
Juan Soriano?
El artista jalisciense recibió en 1987 recibió el Premio Nacional de las
Artes
Grupo Reforma
Ciudad de
México (10 febrero 2006).- Artista plástico autodictado nacido el 18 de agosto de 1920 en Jalisco. Fue miembro de la Liga de Escritores
y Artistas Revolucionarios (1936-1938).
En 1941 expuso su pintura individualmente en la Galería de la Universidad
Nacional Autónoma de México. De 1951 a 1955 trabajó y expuso en Italia. Vivió
en Francia 25 años. Autor de la escultura de bronce Toro Echado, que se
colocó en el centro de una laguna del parque Tomás Garrido Canabal,
en Villahermosa.
Otra de sus obras se halla en el vestíbulo del Auditorio Nacional. En 1985
presentó una exposición retrospectiva en el Palacio de Bellas Artes.
En 1987 recibió el Premio Nacional de las Artes.
Octavio Paz sobre Juan Soriano en 1954
Soriano vuela, Soriano navega. También excava, minero. No extrae ídolos de
nariz rota, ni sortijas mágicas, ni piedras grabadas.
No es arqueólogo. Cava en sí mismo y tras años de sequía aridez, poco a poco
encuentra su verdad -la vieja verdad, que no le pertenece porque es de todos y
no hay nada personal que decir ni que pintar: el mundo existe, la muerte existe,
el hombre es pero no es, el mar es el mar y una manada de caballos, podemos
bañarnos en el fuego, estamos hechos de agua y tierra y llama. Y de aire, de
espíritu que sopla y hace vivir las formas y las cambia.
Todo es metáfora: le nacen alas a la serpiente, el león de piedra es ya un
incendio que es un león, las espumas cuchichean y dicen algo que no es disinto al silencio de las estrellas, la muchacha que
soñamos anoche aparece en la esquina, todo es real y está bien instalado en su
realidad, todo está dispuesto a cambiar.
Soriano ya es otro; ya es, al fin, él mismo. Ha descubierto el viejo secreto de
la metamorfosis y se ha reconquistado.
Vuelvo el rostro: no ha nadie. El pintor ha desaparecido. Algunos esperamos,
confiadamente, su regreso.
Con información de Milenios de México
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Juan Soriano. Foto: Alejandro López
Preparan
cuerpo de Soriano para homenaje
De 10 a 14 horas estará mañana el cuerpo del artista en Bellas Artes
Édgar A. Hernández
Ciudad de
México (10 febrero 2006).- Los restos mortales del pintor jalisciense, Juan Soriano,
quien falleció este viernes a los 85 años de edad, son preparados en la
agencia funeraria Gayosso de Sullivan,
para el homenaje de cuerpo presente que se realizará el sábado a las 10:00
horas en el Palacio de Bellas Artes.
Marek Keller, compañero y
representante de Soriano, explicó que no habrá ningún velorio este día, ya que
se espera que todos los amigos y admiradores del también escultor acuda al
homenaje en Bellas Artes.
Keller estuvo acompañado de José Ángel Gurría, próximo secretario general de la OCDE; de Sari
Bermúdez, presidenta de Conaculta, y de Saúl Juárez,
director general del INBA.
Juárez adelantó que no esperan una exposición en homenaje al pintor, ya que el
año pasado, con motivo de su 85 aniversario de vida, se le hizo una magna
muestra en el Palacio de Bellas Artes.
De las 10:00 a las 14:00 horas permanecerá el cuerpo de Juan Soriano en Bellas
Artes y después regresará a la funeraria para ser cremado, tal como fue el
deseo del pintor, explicó Marek Keller.
El pintor y escultor Juan Soriano (Guadalajara 1920) murió a las 5:10 horas en
el Instituto Nacional de Nutrición, en donde estaba internado desde el 25 de
enero. |
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10/02/2006 EL INFORMADOR
Intelectuales de México lamentan pérdida del
escultor Soriano
MÉXICO.-
Artistas e intelectuales mexicanos lamentaron hoy la muerte del pintor y
escultor Juan Soriano (1920-2006), un destacado y polifacético artista que
mañana recibirá un homenaje póstumo en el Palacio de Bellas Artes.
El pintor José Luis Cuevas dijo a EFE que la muerte de Soriano ha sido
"una pérdida ya esperada" y "muy lamentable" por la
estrecha amistad que les unía, y destacó su importancia en el panorama
artístico mexicano y sus excelentes vínculos con España.
"Juan Soriano era un hombre muy estimado por todos" indicó Cuevas,
quien destacó el desarrollo de su obra en varias disciplinas como la escultura,
la pintura y el arte dramático.
Soriano falleció la pasada madrugada en México a la edad de 85 años de un
"paro al corazón" en el Instituto Nacional de Nutrición, hospital al
que había ingresado el 25 de enero con neumonía y otros padecimientos, informó
hoy su representante, Marek Keller.
El también pintor y escultor mexicano Manuel Felguérez lamentó la pérdida de quien fuera su maestro y amigo, y le consideró "muy
importante en el desarrollo de las artes plásticas por la calidad de su
obra".
"Hacía retratos buenísimos en los años 60, cuando estaba en su mejor época
y gozaba de gran éxito. Fue capaz de cambiar, se arriesgó y empezó a hacer obra
de igual calidad pero más personal", agregó.
Por otro lado, la escritora mexicana Elena Poniatowska señaló que la pérdida de Soriano era muy notable porque era uno de los últimos
representantes vivos de la pintura de los años veinte.
"Soriano se manifestó en contra del muralismo. Se puede decir que es uno
de los iniciadores de la ruptura junto con Rufino Tamayo", comentó.
La escritora recordó al pintor y escultor como "un hombre gracioso,
ingenioso, que tenía la gran creatividad tapatía (era originario de Jalisco,
oeste de México)", y recordó que representó muy bien a México en el mundo
con exposiciones en varios países.
Por su parte, la crítica de arte Raquel Tibol consideró a Soriano un artista de una trayectoria muy interesante que despuntó
a temprana edad, con 14 años.
"En su precocidad realizó unas piezas interesantes, pero después de la
Segunda Guerra Mundial en que surge en toda América una inquietud por
establecer contactos con Europa, Juan Soriano regresó de Europa y los jóvenes
artistas mexicanos que querían cambiar las direcciones del arte mexicano, lo
toman como maestro", indicó.
Recordó que el artista vivió en condiciones económicas precarias durante
algunos años pero siempre con un entusiasmo contagioso.
Tibol señaló que la etapa luminosa de Soriano se
extendió de los años cincuenta a los setenta, y en los ochenta pintó cuadros
delicados como los retratos de Keller.
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Muere el pintor y escultor mexicano Juan
Soriano
MÉXICO.- El
reconocido pintor y escultor mexicano Juan Soriano falleció la pasada madrugada
en México víctima de una enfermedad que le mantuvo hospitalizado más de dos
semanas, informó hoy su representante, Marek Keller.
El también amigo de Soriano dijo a EFE que el artista falleció a las 5.10 horas
(12.10 GMT) de un "paro al corazón" y "tranquilo" en el
Instituto Nacional de Nutrición, el hospital al que había ingresado el 25 de
enero con neumonía y otros padecimientos.
Los restos de Soriano, de 85 años, serán velados a partir de mañana a las 10.00
horas en el Palacio de Bellas Artes, señaló Keller.
"Todos los amigos que quieran despedirse de él podrán hacerlo mañana.
Gracias a todos por todo", agregó el representante de Soriano, uno de los
artistas mexicanos más reconocidos durante su vida.
Uno de los últimos galardones que recibió este artista multidisciplinar fue el
IV Premio Velázquez de las Artes Plásticas del
Ministerio español de Cultura, en reconocimiento a su trayectoria
"ejemplar" y a su aportación a la cultura iberoamericana.
Soriano había nacido el 20 de agosto de 1920 en el occidental estado de Jalisco
y desde muy pronto destacó por su capacidad artística polivalente y plural.
Enemigo de las formalidades, Soriano fue un autodidacta que se sintió siempre
pintor y que evitó el protagonismo de otras figuras más conocidas en su tiempo.
Para este artista la obra de arte debía manifestar "lo profundo del amor,
de la muerte o de la vida, pero de ninguna manera el arte debe pretender dar
lecciones ni hacer críticas, y tampoco debe ser un arte limitado por la
nacionalidad", dijo en alguna ocasión.
El pintor también cultivó su faceta de poeta y perteneció al grupo de autores
conocidos como "Los contemporáneos", cuando se relacionó
estrechamente con los mexicanos Octavio Paz y Carlos Fuentes, la española María
Zambrano o el argentino Julio Cortázar.
perfil
Artista rebelde y polifacético
“No creo que sea difícil vivir del arte, los verdaderos artistas se
promocionan solos”, aseguraba Juan Soriano desde su residencia parisina poco
antes de ser galardonado en mayo de 2005 en España con el Premio Velázquez de Artes Plásticas en reconocimiento a su
trayectoria artística “ejemplar” y a su aportación a la cultura iberoamericana.
El pintor etiquetado de “perpetuo rebelde” por el escritor muy cercano a él
Sergio Pitol, se consideraba al margen de cualquier
tendencia pictórica.
“Mi inspiración soy yo. Admiro todas las tendencias artísticas, pero mis
propias tendencias son las que más valen, porque me despiertan y se vuelven un
imperativo”, reconoció este autodidacta, que inició su carrera artística en
1934 con una exposición colectiva en el Museo Regional de Guadalajara, en la
que también participaban Lola Álvarez Bravo y María Izquierdo.
Con 15 años llegó a la capital mexicana, donde se relacionó con jóvenes
intelectuales como Carlos Pellicer y Xavier Villaurrutia y un año después montó su primera exposición individual, marcada por la
influencia del expresionismo alemán.
La trayectoria artística de Soriano no se limitó a la pintura. Actuó igualmente
sobre el grabado, la cerámica, la escultura en bronce y el barro. “Me siento a
gusto con el dibujo, con el grabado, o con la escultura. Y en cuanto veo un
pedazo de barro, me pongo a pensar qué puedo hacer con él”, indicó en alguna
ocasión.
En 1950 y en 1952, viajó a Roma, maduró intelectual y plásticamente y demostró
su convicción para ir de lo clásico a lo moderno, y para la experimentación de
estilos, formas, materiales y géneros. Estos viajes lo acercaron al arte
renacentista, al preclásico (el micénico en particular) y al cretense, a los
cuales no era completamente ajeno.
“Ningún maestro ha sido mi inspirador. Todos los que había en Guadalajara eran
personas muy serias y buenas, pero de otra época”, aseguraba este artista, que
durante los años 30 se relacionó con nombres como Frida Kahlo,
Diego Rivera o José Clemente Orozco.
Ejemplo de su trayectoria artística multiforme y ligada siempre a su vida
cotidiana es la relación que Soriano tuvo también con el mundo de la
interpretación, al lado de la pintora Leonora Carrington y de los poetas Octavio Paz y Juan José Arreola en el
grupo Poesía en Voz Alta, quienes pusieron en contacto el teatro del Siglo de
Oro con el teatro del absurdo, entonces desconocido en México.
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Soriano: libre otra
vez
MURAL Érika P.
Bucio
Cd de
México (15 febrero 2006).- "Los pájaros simbolizaban la libertad para Juan Soriano.
'¿Quién como un pájaro?', decía. 'Hacen lo que se les da la gana, cagan al que
quieren'", recuerda Alejandro Velasco, fundidor de sus esculturas durante
20 años.
De su taller, del que surgieron piezas emblemáticas en la producción del
artista plástico fallecido el pasado viernes, como "La Paloma" (1991)
y "Dafne" (1994), saldrán también seis de sus últimas esculturas:
cinco pájaros y una gallina en bronce. Seis más son fundidas por César Castro.
Las piezas, de dos a cuatro metros de altura, se exhibirán en la Plaza Juárez a
partir del 25 de marzo, cuando será inaugurada.
Antes de su muerte, el artista sólo alcanzó a ver el armazón en varilla y alambrón de las piezas.
"Pájaro con Semillas", la única ya terminada, le acompañó durante el
homenaje de cuerpo presente que se le rindió el sábado en el Palacio de Bellas
Artes.
"Estamos con la conciencia de que él está aquí en el taller", asegura
Velasco, mientras camina entre los cinco moldes en yeso de los pájaros de
Soriano.
En estas últimas esculturas, el fundidor detecta otro concepto de los pájaros,
una constante en la obra del artista condecorado con el Premio Velázquez de las Artes 2005 y el Premio Nacional de
Ciencias y Artes 1987.
"Corresponden a otra visión, otro concepto de la idea de los pájaros; ya
empieza a meter líneas que antes no había, como filos o aristas, pero sin
perder la característica del movimiento", asegura.
Con Soriano ausente, será Marek Keller,
su compañero y representante, quien supervise la producción.
El artista jalisciense pisó por última vez el taller de fundición en agosto
pasado, recuerda Velasco. De aquella última visita, conserva en una repisa unos
moldes de cera con figuras de ranas.
"Le emocionaba venir, caminaba por el taller, albureaba a la gente y le
hacía maldades; les pellizcaba las nalgas a los trabajadores", narra el
fundidor, mientras Ricardo Cruz, quien moldea en yeso "Pájaro 14", se
ríe y aprueba.
Velasco cuenta que las sesiones de trabajo de Soriano en el taller ubicado en Cuautepec, al norte de la Ciudad de México, eran
"desordenadas".
"Llegaba a las 8 de la mañana, empezaba con los bocetos y los moldes. De
pronto paraba y se ponía a conversar sobre Lupe Marín, el poeta Octavio Paz,
sus años en París o cómo conoció a Leonora Carrington o Gunther Gerzso".
Podía pasar semanas enteras yendo a diario a supervisar las piezas. Otras
veces, dice, simplemente se iba "de pinta".
"Tenía la libertad de elegir. Decía 'hoy no quiero trabajar' y entonces se
iba a dibujar a su casa".
Velasco afirma que Soriano era receptivo a las opiniones al concebir una pieza
y daba suficiente libertad al taller a la hora de trasladar sus bocetos a
modelos tridimensionales en cera, yeso o poliuretano.
"Dibujaba el boceto y luego te decía: 'Haz lo que se te pegue tu chingada
gana".
Soriano era perfeccionista. Regresaba a la pieza cuantas veces fuera necesario
para modificarla, y si no le complacían el movimiento o la luz, pedía
desbaratarla.
Esa perfección no significaba renunciar a la espontaneidad del proceso
artístico.
"Tenía el gusto por el accidente que se generaba en el trabajo".
Ni siquiera le molestaba, recuerda, que sus piezas exhibidas en espacios
públicos como el Zócalo fueran manipuladas por el público, aun cuando llegaran
a grafitearlas o utilizarlas como mesas.
Estaba convencido de que creaba su obra para que la gente la disfrutara.
"Si las mean o si las cagan, no nos vamos a meter, nos decía
siempre".
Después de dos décadas de trabajar con Soriano, Velasco lo define con una
frase: "Era mágico".
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