| Retratan el presente de las megalópolis
         
     Por Yazmín Juandiego
     05-May-1999
     La calle es la musa del pintor Ricardo Porrero.
  En ella encuentran al héroe anónimo, al transeúnte, al personaje que da vida
  a su obra, y a su intención de heredar un testimonio de vida en las
  megalópolis.
   
     El registro que el artista logra de los
  habitantes de la Ciudad de México, pretende tener un uso similar al de las
  pinturas rupestres: retratar a la sociedad del momento como una documentación
  narrativa del hombre, que después de algunos años sea reinterpretada.
   
     La línea que desde hace tres años caracteriza a
  Ricardo Porrero (México 1969) se muestra en la serie Dando vueltas alrededor,
  que hasta el 15 de mayo exhibirá la Galería Oscar Román.
   
     La exposición se compone de diez pinturas al
  óleo sobre tela, entre las cuales se encuentran trípticos y polípticos que,
  explica el autor, buscan dar una sensación de movimiento en los personajes
  que son retratados más allá de su físico.
   
     "Estamos sujetos a cambios que se deben
  registrar. Mi interés es captar a la gente en un momento, junto con su estado sicológico, sus sentimientos. Trato de ser discreto
  al mantener el anonimato ocultando sus rostros, son personas que yo no
  conozco.
   
     "La gente en la calle va muy preocupada,
  distraída y la mayor parte de las veces no se dan cuenta de que las
  retrato", comenta el pintor que fotografía a sus personajes para luego
  seleccionar los que le interesa llevar al lienzo y contextualizarlos
  con un color.
   
     "El color es sencillamente el monocromatismo de la foto documental. El público está
  acostumbrado a los colores".
   
     El blanco y negro, y tonos verdes, rojos, azules
  se encuentran en la obra de Porrero, la cual se complementa con títulos como
  "Individuos flotando desolados con el propósito de entender" y
  "Andábamos sin buscarnos, pero sabíamos que andábamos para encontrarnos".
   
     La imagen femenina no se contemplan en la obra del artista que recientemente figuró entre los seleccionados del
  Segundo Concurso de Pintura Johnny Walker.
   
     El motivo de la exclusión, explica, se debe a
  que considera que la problemática de la mujer no puede ser ampliamente
  abordada por un hombre.
   
     "No es una posición machista. Me interesa
  el momento sicológico, es algo que yo vivo y yo lo
  entiendo como hombre, por eso me siento más seguro representándolo con la
  figura masculina. La mujer tiene una problemática diferente, eso es materia
  de otro capítulo".
   
     Al momento, la obra del artista se ha expuesto
  en Argentina, Canadá, el DF y Jalisco.
   
     Lo ideal, manifiesta Porrero, es que sus obras
  sean adquiridas por instituciones públicas porque estarían más cerca de su
  intención rupestre, no que sólo queden en manos de compradores privados.
   
     La Galería Oscar Román está ubicada en Julio Verne 14, Polanco
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