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 | Eran lokos antes y son lokos
  ahora. Los pintores Abel Galván, Carlos Vargas Pons,
  Enrique Monraz, Enrique Oroz,
  Roberto Pulido, Sergio Garval y Víctor Hugo
  volvieron a reunirse después de siete años para exhibir juntos su trabajo. La
  sede, en esta ocasión, será el edificio Valentín Gómez Farías
  del Sistema de Educación Media Superior de la UdeG,
  que será reinaugurado esta noche.
 En 1998, a iniciativa de Abel Galván, los artistas mostraron su trabajo en el
  ex convento del Carmen bajo el título 8 loko.
  En aquella ocasión hubo trabajos de Samuel Meléndrez, quien, como no está en
  la ciudad, no participó en la nueva exposición. Sin embargo, los expositores
  siguen siendo ocho, porque a la cuadrilla se sumó Rafael del Río, de quien se
  exhiben los retratos que acompañan la muestra.
 
 La galería está custodiada por dos enormes murales del artista tapatío
  Gabriel Flores, fechados en 1979 y 1980, a los que la Escuela de Conservación
  y Restauración de Occidente dio una manita de gato. La museografía estuvo a
  cargo de Sergio Castillo y Eduardo Vargas.
 
 Para Enrique Oroz (Ciudad Obregón, 1975), la
  exposición titulada Siete artistas en el SEMS es una oportunidad de
  compartir con sus amigos, algunos de los cuales tenía tiempo sin ver. A lo
  largo de la muestra se puede ver la evolución pictórica de cada uno de los
  artistas, agregó. En uno de sus cuadros, bajo un ramo de flores aparecen dos
  libros: Compraré un rifle y La otra cara de Rock
  Hudson, ambos de Guillermo Fadanelli.
  La otra pieza, un autorretrato, muestra al artista con una flor entre los
  dientes mientras una mujer sostiene a un niño purulento.
 
 Neoxpresionista. Así define Víctor Hugo
  (Guadalajara, 1975) su estilo. Uno de sus personajes, con trazos gruesos y
  desenfadados, muestra la leyenda: “Me dicen el asesino por ahí”.
 
 En otra área, Roberto Pulido exhibe dos cuadros. Uno de ellos hace referencia
  al bombero que perdió la vida en una grieta en Nextipac.
  Todo con los trazos coloridos y los elementos simbólicos que caracterizan la
  obra del pintor tapatío nacido en 1970.
 
 Las mujeres de Enrique Monraz (Guadalajara, 1962)
  tienen las manos en la cabeza. Una de ellas, en compañía de un grupo de
  carneros esbozados, está en actitud relajada. Las otras, crispadas por la
  sorpresa, se funden con los bichos que las rodean.
 
 Abel Galván, quien asegura no saber con certeza si nació el 11 o el 12 de
  agosto de 1967, refiere que el objetivo de la exposición es mostrar obras
  recientes de los artistas que estuvieron, hace siete años, en 8 loko. Él, como parte de la muestra, presentará una
  serie de quince dibujos, además de dos cuadros en gran formato: un rostro
  cruzado por líneas de colores y figuras geométricas y un lápiz curvado en un
  remolino de trazos.
 
 Siete artistas en el SEMS, que estará expuesta hasta el 9 de abril,
  incluye cuadros de Sergio Garval (Guadalajara,
  1968) en los que personajes diminutos revolotean como moscas. Carlos Vargas Pons (1968) completa la exposición con dos piezas, una de
  las cuales muestra escenas bélicas con un enorme tanque al frente. La idea es
  que la muestra pueda presentarse, después, en algunas preparatorias de la UdeG, dijo Alfredo Peña Ramos, director de la dependencia
  universitaria.
 
 El Espacio Gabriel Flores del SEMS está ubicado en Liceo 496, esquina con
  Juan Álvarez. La cita es a las 20:00 horas. Más tarde, anuncia Abel Galván,
  la fiesta tendrá lugar en La Mutualista (Madero y 8 de Julio), donde se podrá
  acercarse a conversar con los pintores.
 
 La musa en los talleres
 
 Originalmente, los retratos que ahora se exhiben en el Espacio Cultural
  Gabriel Flores estaban destinados al catálogo de la exposición Siete
  artistas en el SEMS. Cuando Abel Galván, coordinador de la muestra, vio
  el trabajo de Rafael del Río (Guadalajara, 1971), decidió exponer las
  fotografías de los autores junto con las obras. “La idea fue integrar la
  imagen de la musa, representada por la modelo desnuda, al contexto de los
  artistas. Es como una musa muerta, que implica las contradicciones de la
  labor artística”, explica Rafael del Río, reportero gráfico en Público-Milenio.
  El hecho de que estén en sus talleres “refleja la personalidad de cada uno de
  los artistas. Con los retratos pretendí mostrar su lado humano”.
 
 La sala Gabriel Flores
 
 El lugar que ahora ocupa el Espacio Cultural Gabriel Flores estaba
  desperdiciado, asegura Alfredo Peña Ramos, director del Sistema de Educación
  Media Superior de la Universidad de Guadalajara. La inauguración, esta noche,
  de Siete artistas en el SEMS, será la primera actividad de la galería.
  Ayer por la mañana, el funcionario comentó que se espera que el sitio tenga
  una programación regular, y agregó que ya está en pláticas con Abel Galván
  para que se encargue de la exposiciones.
 
 Peña Ramos dijo que no hay un presupuesto asignado a la galería, pero que se
  buscará destinar una partida para que tenga actividades permanentes. Abel
  Galván, por su parte, instó a las autoridades universitarias a dar
  continuidad al espacio cultural del edificio. “Ojalá que no quede en
  relumbrón”, comentó el pintor, quien aprovechó la oportunidad para criticar a
  funcionarios universitarios que, “como el tal Jeffry
  [Fernández, director de Cultura UdeG], que parece
  más un empresario, quieren desaparecer los grupos artísticos” de la casa de
  estudios.
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